Hoy queremos mostraros lo sencillo que es incorporar un ingrediente que puede parecer muy exótico, como son las setas shiitake, en nuestro día a día. Cada vez es más fácil encontrar este hongo en nuestros supermercados y realmente merece la pena incluirlos en nuestra dieta, tanto por su exquisito sabor, como por los múltiples beneficios que aporta a nuestra salud.
En el blog somos unos tremendos fans de este hongo y nos encanta incorporarlo a nuestros menús. Este es sólo un ejemplo, pero probad a incorporarlas a cualquier otro plato, como nuestra exquisita lasaña de calabacín. Os encantará el resultado final.
200 g setas shiitake
150 ml caldo de pollo
5 ml tamari
2 dientes ajo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra
Preparación
A tu elección la parte del pollo a utilizar: muslos (deshuesados), pechugas, alitas… Sea la pieza que sea, la necesitas sin piel, y cortada en tamaño bocado.
Pela los dientes de ajo y limpia y corta las setas en tiras de 1 cm de grosor.
Calienta aceite en una cazuela e incorpora el pollo salpimentado al gusto. Cocínalo a fuego fuerte. En el momento que esté dorado por todas partes, baja el fuego y añade los ajos enteros y las setas shiitake.
Cuando se doren las setas y los ajos, mójalo con el caldo.
Remueve bien y tapa la cazuela para dejarlo cocinar a fuego medio-bajo durante 30 minutos, o el tiempo que precise el pollo para estar listo.
Controla el caldo de la cazuela: si queda mucho, destapa el guiso los últimos 5 minutos para que se evapore. Si, por el contrario, se hubiera reducido demasiado, añade un poco más de caldo. Es importante que no quede seco.
Una vez cocinado el pollo, incorpora la salsa tamari, mueve todo para que se mezcle bien, retira del fuego y sirve todo en una fuente.
¿Qué te ha parecido esta receta? ¿Te animas a probarla?
Todos los contenidos ofrecidos por Ecommerce SDR, tales como artículos, podcasts y videos, tienen naturaleza meramente informativa y en ningún caso constituyen servicio médico o sanitario de ningún tipo ni sustituyen la consulta con un médico especialista, por lo que no deben ser aplicados sin la aprobación previa y supervisión de un médico o profesional de la salud especializado.