La cuenca del Mediterráneo nos ofrece platos potentes y saludables que son la envidia del mundo entero.
En esta ocasión viajamos hasta Grecia para disfrutar de su sabroso pastel de espinacas (o spanakopita, como a ellos les gusta llamarlo). Unas crujientes láminas de pasta filo pintadas con mantequilla envuelven un jugoso relleno de espinacas. Una forma muy sencilla, divertida y sabrosa de introducir esta verdura, en ocasiones no muy querida, en nuestra dieta.
Si hay niños en casa, pedidles ayuda: lo harán genial con la brocha y la mantequilla. Introduciéndoles en la cocina y dejándoles participar en las elaboraciones, se animarán a probar lo que han cocinado, logrando así que se abran a nuevos sabores de una forma amena y divertida. Por intentarlo…
100 g queso feta
1 huevo
1 cebolla roja
1/2 cebolleta
1 diente ajo
125 g mantequilla eco
6-8 láminas de pasta filo
Nuez moscada
Eneldo fresco
Sal
Pimienta negra
Preparación
Precalienta el horno a 180º C.
Para preparar el relleno necesitas picar la cebolla roja y saltearla en una sartén caliente con una nuez de mantequilla hasta que adquieran un bonito color dorado. Añade el ajo picado y cocínalo un par de minutos más.
Le toca a las espinacas: incorpóralas poco a poco y cocínalas hasta que se ablanden. En ese momento, retira y elimina el exceso de agua que hayan soltado las espinacas.
Cuando esta preparación se haya atemperado, en un bol, mezcla las espinacas junto con la nuez moscada, el queso, el huevo, la cebolleta, el eneldo, la pimienta y la sal. Este será el relleno del pastel.
Derrite 100 g de mantequilla. Puede que necesites más. Lo verás según avances.
Unta con mantequilla una fuente de horno. Pon una primera lámina de pasta filo y píntala con mantequilla. Repite la operación hasta haber puesto 3-4 capas de pasta filo. Depende de cómo de grueso quieras el pastel. En este momento extiende el relleno de espinacas sobre la última lámina de pasta filo y cúbrelo con el resto de láminas, pintando con mantequilla cada lámina antes de poner la siguiente.
Una vez terminado de montar el pastel, haz unos pequeños cortes en la capa superior, simulando las raciones o formando rombos.
Introduce la bandeja en el horno durante 60 minutos. La pasta filo deberá quedar dorada y crujiente.
Deja reposar el pastel 10-15 minutos antes de cortar y servir. Puedes acompañar este pastel con una ensalada fresca.
¿Qué te ha parecido esta receta? ¿Te animas a probarla?
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