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Sarcopenia, la consecuencia de envejecer

Basado en evidencia científica

La sarcopenia es un fenómeno que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a medida que envejecemos. Pero, ¿qué es la sarcopenia exactamente? ¿Cuáles son sus causas y consecuencias? Y lo más importante, ¿cómo podemos prevenirla o ralentizar su progresión?

Es fundamental aumentar la conciencia sobre la sarcopenia tanto entre el público general como entre los profesionales de la salud. El reconocimiento temprano y la intervención oportuna pueden marcar una gran diferencia en los resultados a largo plazo.

En este artículo exploraremos en profundidad todos los aspectos de la sarcopenia, desde su definición y diagnóstico hasta las estrategias más efectivas para combatirla.

Qué es la sarcopenia

La sarcopenia es la pérdida de masa muscular asociada a la vejez que se inicia en la cuarta década de la vida con una disminución de fuerza de alrededor del 1% al año, acelerándose con el transcurso de los años.

Se define como la pérdida progresiva de masa muscular, fuerza y función asociada al envejecimiento.

El término proviene del griego «sarx» (carne) y «penia» (pérdida).

La sarcopenia se caracteriza por una pérdida gradual y generalizada de la masa muscular esquelética y de la fuerza.

Aunque es un proceso natural del envejecimiento, la sarcopenia puede acelerarse debido a factores como la inactividad física, una nutrición inadecuada o ciertas enfermedades crónicas.

Es importante destacar que la sarcopenia no es solo una cuestión de estética o de pérdida de fuerza. Sus consecuencias pueden ser mucho más graves, afectando significativamente la calidad de vida de las personas mayores y aumentando el riesgo de caídas, fracturas, discapacidad e incluso mortalidad prematura.

Causas de la sarcopenia

La sarcopenia es un fenómeno complejo y multifactorial. Entre las principales causas se encuentran:

  • Envejecimiento: con la edad, el cuerpo experimenta cambios hormonales y metabólicos que pueden conducir a una pérdida gradual de masa muscular.
  • Inactividad física: la falta de ejercicio y el sedentarismo aceleran la pérdida de músculo.
  • Nutrición inadecuada: una dieta baja en proteínas y otros nutrientes esenciales puede contribuir a la sarcopenia. Es importante tener claro cuánta proteína debemos comer al día.
  • Inflamación crónica: condiciones que causan inflamación prolongada en el cuerpo pueden acelerar la pérdida muscular.
  • Estrés oxidativo: el daño celular causado por los radicales libres puede afectar negativamente al tejido muscular.
  • Cambios hormonales: la disminución de hormonas como la testosterona, los estrógenos y la hormona del crecimiento puede influir en la pérdida muscular.
  • Enfermedades crónicas: ciertas condiciones como la diabetes, la insuficiencia cardíaca o el cáncer pueden exacerbar la sarcopenia.

Causas sarcopenia

Síntomas y signos de la sarcopenia

Reconocer los síntomas de la sarcopenia es crucial para su diagnóstico y tratamiento temprano. Algunos de los signos más comunes incluyen:

  • Debilidad muscular generalizada
  • Dificultad para realizar tareas cotidianas que requieren fuerza
  • Pérdida de masa muscular visible, especialmente en brazos y piernas
  • Disminución de la resistencia física
  • Problemas de equilibrio
  • Fatiga frecuente
  • Pérdida de independencia en actividades diarias

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden desarrollarse gradualmente y a menudo se confunden con el «envejecimiento normal».

Por eso, es fundamental estar atento a estos cambios y consultar con un profesional de la salud si se sospecha de sarcopenia.

Diagnóstico de la sarcopenia

El diagnóstico de la sarcopenia implica una evaluación integral que incluye varios componentes:

  • Evaluación de la masa muscular: se puede realizar mediante técnicas como la absorciometría de rayos X de energía dual (DXA), la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM).
  • Medición de la fuerza muscular: generalmente se evalúa mediante pruebas de fuerza de agarre o pruebas de fuerza de las extremidades inferiores.
  • Evaluación del rendimiento físico: puede incluir pruebas como la velocidad de la marcha, la prueba de levantarse y caminar cronometrada (Timed Up and Go) o pruebas de equilibrio.
  • Historial médico y examen físico: para identificar factores de riesgo y condiciones subyacentes que puedan contribuir a la sarcopenia.
  • Análisis de sangre: para descartar otras condiciones médicas y evaluar marcadores de inflamación o deficiencias nutricionales.

El Grupo de Trabajo Europeo sobre Sarcopenia en Personas Mayores (EWGSOP) ha establecido criterios para el diagnóstico de sarcopenia que incluyen la presencia de baja masa muscular junto con baja fuerza muscular o bajo rendimiento físico.

Consecuencias de la sarcopenia

La sarcopenia puede tener un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de las personas mayores.

  • Mayor riesgo de caídas y fracturas
  • Disminución de la movilidad y la independencia
  • Aumento del riesgo de discapacidad física
  • Mayor susceptibilidad a enfermedades y complicaciones médicas
  • Deterioro de la calidad de vida
  • Aumento del riesgo de hospitalización e institucionalización
  • Mayor riesgo de mortalidad prematura

Además, la sarcopenia puede tener consecuencias económicas significativas, tanto para los individuos como para los sistemas de salud, debido al aumento de la necesidad de atención médica y cuidados a largo plazo.

Prevención y tratamiento de la sarcopenia

Afortunadamente, existen estrategias efectivas para prevenir y tratar la sarcopenia. El enfoque debe ser multifacético, abordando tanto el estilo de vida como las intervenciones médicas cuando sea necesario.

Ejercicio físico

El ejercicio, destacando particularmente los beneficios del entrenamiento de fuerza, es la intervención más efectiva para prevenir y tratar la sarcopenia.

Un programa de ejercicios bien diseñado puede:

  • Aumentar la masa y la fuerza muscular
  • Mejorar el equilibrio y la coordinación
  • Aumentar la densidad ósea
  • Mejorar la función cardiovascular

Se recomienda una combinación de ejercicios de resistencia progresiva (como levantamiento de pesas o bandas elásticas) y ejercicios de equilibrio y coordinación.

La frecuencia ideal es de al menos 2-3 sesiones por semana, con una intensidad moderada a alta.

Nutrición adecuada

Las personas mayores y los ancianos tienen una tasa de catabolismo proteico mayor, de modo que sus necesidades proteicas son superiores a las del resto de edades.

El requerimiento será proporcional al peso y a la composición corporal, pero no a la ingesta de energía, que se reduce con el envejecimiento.

El aporte proteico aumentado será beneficioso para la masa muscular, y además mejorará el manejo de otros problemas característicos de estas edades como la osteoporosis, la obesidad, la diabetes mellitus y el síndrome metabólico. 

Las recomendaciones incluyen:

  • Consumir suficiente proteína
  • Distribuir la ingesta de proteínas a lo largo del día en lugar de consumirla toda en una sola comida.
  • Asegurar una ingesta adecuada de vitamina D, que juega un papel importante en la salud muscular.
  • Mantener un peso saludable, ya que tanto el bajo peso como la obesidad pueden contribuir a la sarcopenia.

Tratamiento sarcopenia
Suplementación

    En algunos casos, la suplementación puede ser beneficiosa, especialmente si hay deficiencias nutricionales. Los suplementos que pueden ser útiles incluyen:

    • Proteína en polvo o suplementos de aminoácidos esenciales
    • Vitamina D
    • Creatina
    • Omega-3

    Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen de suplementación.

    Manejo de enfermedades crónicas

    El control adecuado de condiciones médicas subyacentes como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o las enfermedades pulmonares puede ayudar a prevenir o ralentizar la progresión de la sarcopenia.

    Terapia hormonal

    En algunos casos, la terapia de reemplazo hormonal puede ser considerada, especialmente en personas con deficiencias hormonales significativas. Sin embargo, este enfoque debe ser cuidadosamente evaluado por un médico debido a los posibles efectos secundarios.

    Medicamentos

    Aunque actualmente no existe un medicamento aprobado específicamente para tratar la sarcopenia, se están investigando varios compuestos prometedores.

    Estrategias de estilo de vida

    • Dejar de fumar
    • Limitar el consumo de alcohol
    • Mantener un peso corporal saludable
    • Manejar el estrés
    • Asegurar un sueño adecuado y de calidad

    Investigación actual y perspectivas futuras de la sarcopenia

    La sarcopenia es un campo de investigación activo y en constante evolución. Algunas áreas de interés actual incluyen:

    • Biomarcadores para el diagnóstico temprano de la sarcopenia
    • Nuevos enfoques farmacológicos para prevenir y tratar la pérdida muscular
    • El papel de la microbiota intestinal en la salud muscular
    • Estrategias de ejercicio optimizadas para diferentes poblaciones
    • El impacto de la genética en la susceptibilidad a la sarcopenia

    A medida que la población mundial envejece, es muy probable que la sarcopenia se convierta en un problema de salud pública cada vez más importante. La investigación continua en este campo será crucial para desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más efectivas.

    Recuerda, nunca es demasiado tarde para comenzar a cuidar tu salud muscular. Ya sea que estés en tus 30, 50 o 70 años, las acciones que tomes hoy pueden tener un impacto significativo en tu salud y bienestar futuros.

    Consulta con tu médico o un profesional de la salud para desarrollar un plan personalizado que se adapte a tus necesidades y objetivos específicos.

    La lucha contra la sarcopenia es un esfuerzo que vale la pena, no solo para los individuos, sino para la sociedad en su conjunto. Mantener una población mayor más saludable y funcional reduce la carga sobre los sistemas de salud, mejorando la calidad de vida de todos.

    ¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Sabías ya la importancia de cuidar la masa muscular?

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    Ver referencias y estudios

    1 Invited review: Aging and sarcopenia. Doherty T.J. St. Mary’s Hospital, St. Joseph’s Health Centre, Canada.
    2 Comparative effects of light or heavy resistance power training for improving lower extremity power and physical performance in mobility-limited older adults. Reid K. F. et al.
    3 Sarcopenia-related features and factors associated with lower muscle strength and physical performance in older Chinese: a cross sectional study. Zeng P. et al. The Key Laboratory of Geriatrics, Beijing Hospital & Beijing Institute of Geriatrics, China.
    4 Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud. OMS.
    5 Sarcopenia: revised European consensus on definition and diagnosis. Cruz-Jentoft A. J. et al.
    6 Asian Working Group for Sarcopenia: 2019 Consensus Update on Sarcopenia Diagnosis and Treatment. Chen L. et al.
    7 A Review of Sarcopenia Pathophysiology, Diagnosis, Treatment and Future Direction. Cho M. et al. Department of Orthopaedic Surgery, Daegu Catholic University Medical Center, Daegu, Korea.
    8 Sarcopenia: A Contemporary Health Problem among Older Adult Populations. Papadopoulou S. K. Department of Nutritional Sciences and Dietetics, School of Health Sciences, International Hellenic University, Greece.
    9 Sarcopenia: A Time for Action. An SCWD Position Paper. Bauer J. et al.
    10 Molecular Mechanisms of Inflammation in Sarcopenia: Diagnosis and Therapeutic Update. Jiménez-Gutiérrez G. E. et al. Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra, México.
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    1 comentario en “Sarcopenia, la consecuencia de envejecer”

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