La salsa de tomate «industrial» suele venir cargada de azúcares y aditivos innecesarios e indeseados, sobre todo cuando estamos tratando de llevar una vida saludable, sin un exceso de azúcar por doquier. Pero no por ello debemos renunciar a este sabroso básico que nos saca de muchos apuros.
Hoy prepararemos una salsa de tomate básica, con pocos ingredientes, ideal para acompañar carnes, pescados, verduras…
Si eres fan de la salsa de tomate, prepara más cantidad y congela para futuras ocasiones.
1 cebolla
1 diente ajo
Pimentón dulce
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Preparación
En una cazuela amplia caliente un poco de aceite y sofríe la cebolla cortada en juliana y el ajo laminado.
Cuando la cebolla tome color, añade el tomate pelado y troceado. También puedes utilizar tomate entero natural en conserva. Añade sal y pimentón al gusto.
Deja que se cocine a fuego lento durante una hora. Pasado este tiempo, pásalo por el pasapurés o tritúralo con un robot de cocina.
Prueba y rectifica de sal si fuera necesario.
Si no dispones de este tiempo para preparar nuestra salsa de tomate, puedes elaborarla en la mitad de tiempo, subiendo un poco el fuego y controlando el tomate para que no se seque demasiado y no se queme. Las cosas cocinadas a fuego suave y con tiempo siempre tendrán su «puntín», pero a veces el tiempo apremia, ¡y no por ello vamos a renunciar a nuestra salsa de tomate sabrosona y sin azúcar!
¿Qué te ha parecido esta receta? ¿Te animas a probarla?
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