De un tiempo a esta parte, cada vez son más los alimentos denominados «súper». Esta denominación no es científica, ni médica, sino fruto del marketing. Y lo que viene a indicar es que esos alimentos son ricos en nutrientes, vitaminas, minerales o antioxidantes, por lo que su consumo se recomienda.
Cada poco tiempo se «descubre» un nuevo super alimento, bien sea una fruta, una legumbre, un pescado o, como en el caso que nos ocupa hoy, una semilla.
En esta ocasión nos toca el superalimento sacha inchi, el cual, según el Ministerio de Agricultura y Riego del Perú, «supera a todas las semillas oleaginosas del mundo en mayor porcentaje de ácidos grasos insaturados y en menor porcentaje de ácidos grasos saturados». Razón por la cual ese mismo Ministerio recomienda su consumo en niños y adultos, con el fin de mejorar su dieta.
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Qué es la sacha inchi
Sacha inchi, Plukenetia volubilis, recibe diversos nombres: maní del inca, sacha maní, maní jíbaro o simplemente inchi.
Es una planta oleaginosa originaria del Perú de los Incas, hace unos 3.000 años. Es una planta trepadora muy frondosa, de flores pequeñas de color blanquecino cuyos frutos contiene unas semillas marrones que son las auténticas protagonistas de la historia.
De estas semillas, a través del prensado en frío, se obtiene el aceite de semilla de sacha inchi. Todo un superalimento.
Por otro lado, la harina que se obtiene de su molienda es un alimento muy proteico.
Aún siendo un alimento utilizado en Perú desde los tiempos de los Incas, no fue hasta el año 1980, momento en que se publicó su composición oleica, cuando empezó a ser reconocido en el resto del mundo. Ese año consiguió su primera mención científica, en la Universidad Cornell de EEUU, cuando su Instituto de Ciencia de los Alimentos analizó y publicó su alto contenido graso, más del 49% (si bien se han encontrado variedades que llegan a un 54% de contenido graso) y proteico, más del 33%.
Y no fue hasta el año 2000 cuando se confirmaron otros elementos, como los Omegas 3, 6 y 9, además de multitud de antioxidantes. Desde entonces han sido numerosas las menciones que ha recibido la composición de esta semilla.
Propiedades de las semillas de sacha inchi
Las semillas de sacha inchi son ricas en fibra dietética y proporcionan todos los aminoácidos esenciales.
Más del 50% de su composición es contenido graso y más del 33%, proteínas. Los principales minerales que se encuentran en estas semillas son potasio, magnesio y calcio.
- Ácidos grasos omega 3, 6 y 9: La alta presencia de ácidos grasos monoinsaturados (omega 9), poliinsaturados (omega 3 y omega 6) y funcionales, le proporciona interesantes propiedades antioxidantes a las semillas de sacha inchi.
- Proteínas: Las semillas de sacha inchi contienen más proteínas que las semillas de chía o la quinoa. En su forma de aceite llega ser más del 33% de su composición, mientras que en su forma de harina alcanza hasta el 65%, haciendo de este un alimento altamente proteico. La clínica Mayo, recomienda el consumo de 0,8 gramos de proteína por kilo de peso corporal. De este modo, por ejemplo, una persona de 70 kilos debería consumir 56 gramos de proteína diarios. No se precisaría más que unas 4 cucharadas de polvo de semillas de sachi inchi diarias para cubrir las necesidades diaria de proteína de esa persona.
- Fibra: 10%
- Minerales y vitaminas: Los principales minerales presentes en las semillas de sacha inchi son el potasio, el magnesio y el calcio, con concentraciones de 5563.5, 3210 y 2406 ppm respectivamente. Contiene altos niveles de vitamina A, D y E.
- Aminoácidos: Estas semillas nos proporcionan los 9 aminoácidos esenciales: histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina.
- Energía: 572 calorías
Beneficios de las semillas de sacha inchi
Control del colesterol
La presencia de los ácidos grasos Omega 3 en estas semillas reduce los niveles de colesterol en sangre y evita los riesgos de padecer enfermedades cardíacas.
El poder antioxidante y antiinflamatorio del consumo de grasas saludables ayuda a reducir los triglicéridos. De este modo se ayuda a prevenir problemas cardíacos.
Control de la presión arterial
La vitamina E presente en estas semillas dilatan los vasos sanguíneos, lo que es determinante a la hora de protegernos contra enfermedades cardiovasculares tales como los infartos y las trombosis.
Mejora el estado de ánimo
Estas semillas son ricas en triptófano, un aminoácido esencial en la síntesis de la serotonina en el cerebro. La serotonina es una hormona que juega un papel importante en el estado de ánimo y comportamiento.
Por otro lado, el omega 3 presente en estas semillas ayudan a combatir la inflamación. Tratando la inflamación, estas semillas ayudar a reducir los dolores de cabeza, los cambios de humor e incluso la depresión.
Anti cáncer
Se ha demostrado el poder anticancerígeno de la ingesta de omega 3 y antioxidantes, por lo que se están realizando diversos estudios en ratas que demuestran el potencial de estas semillas en la ayuda contra determinados cánceres.
Mejora la salud ósea
Estas semillas son grandes aliadas en la prevención de la osteoporosis. Los altos niveles de vitamina A y D presentes en las semillas ayudan a fortalecer el sistema óseo. Además, los ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6 facilitan la absorción del calcio, su fijación en los huesos y la síntesis del colágeno, todo ello fundamental para tener una buena salud ósea.
Uso cosmético
Es muy reconocido el uso tópico del aceite de semillas de sacha inchi. El alto contenido en vitamina E de las semillas de sacha inchi tiene un efecto positivo sobre la salud y el aspecto de nuestro cabello y piel.
Es recomendable en los casos de cabello o pieles secas, regenerando y activando la producción de colágeno.
Contraindicaciones de la sacha inchi
Por lo general, consumiéndolas con moderación y si no existe patología alguna previa, el consumo de semillas de sacha inchi es seguro, sin comportar riesgos para la salud.
Los efectos secundarios están relacionados con el consumo excesivo de las semillas crudas. Entre estos podemos encontrar náuseas.
Los alcaloides y antinutrientes presentes en estas semillas hace que su consumo en crudo sea dañino, por lo que precisan de un tostado previo a su consumo.
Cómo tomar sacha inchi
En el mercado podemos encontrar sacha inchi en diversos formatos:
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- Semillas. Debemos recordar que si van a consumirse enteras, debemos tostarlas previamente para eliminar los antinutrientes presentes en ella. Podemos emplearlas en cremas, sopas o ensaladas, añadiéndolas enteras, como un ingrediente más al final.
- Harina de sacha inchi. Esta harina es una gran fuente de proteína saludable. Puede emplearse para enriquecer todo tipo de platos y alimentos: desde enriquecer panes y demás masas, o purés y legumbres, o incluso se le puede añadir a los smoothies.
- Aceite de semillas. Este aceite se usa en crudo, ideal para añadir a las ensaladas. También puede utilizarse como cosmético, sobre la piel o el cabello.
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