Qué son los parabenos y por qué generan alarma

¿Qué son los parabenos que ya no quiere nadie? y… ¿por qué no se les quiere?

Así, a modo rápido, los parabenos son unos ingredientes químicos empleados como conservantes en productos de cosmética e higiene personal, en productos farmacéuticos y hasta en alimentación.

La razón por la que, desde el año 2004, no son bien recibidos por el público es por haberse encontrado presentes en un gran número de biopsias de mujeres con cáncer de mama, donde se sospecha que han llegado por cercanía desde la axila por el uso de desodorante con parabenos.

Qué son los parabenos

El mundo de la cosmética lleva más de 70 años utilizando parabenos como conservantes de sus productos cosméticos, de higiene personal y farmacéuticos, con el fin de evitar que microorganismos, hongos, levaduras o bacterias, los degeneren.

Los parabenos son químicamente ésteres del ácido parahidroxibenzoico y en realidad es el nombre genérico para referirnos a varios compuestos como metilparabeno, etilparabeno, propilparabeno o butilparabeno, entre otros.

Su uso está muy extendido dadas sus características, pues son moléculas incoloras, inoloras, no volátiles, eficaces en un amplio margen de pH, no sensibilizantes y de bajo precio.

Qué productos contienen parabenos

• Los parabenos están presentes especialmente en aquellos productos cosméticos con alto contenido en agua como pueden ser los champús y acondicionadores para el cabello, jabón de manos, limpiadores faciales, protectores solares, desodorantes, geles de afeitar, pasta de dientes, maquillaje…

Se absorben a través de la piel y tras ser metabolizados se excretan a través de la bilis y la orina.

Su presencia en multitud de productos de uso diario genera una exposición continua.

• También están presentes en productos farmacéuticos como cicatrizantes, soluciones oftálmicas y anestésicos locales, entre otros.
• Y como conservantes de alimentos podemos encontrarlos en pasteles, helados, refrescos, gelatinas o aceites.

Se estima que una persona de 70 kilos de peso podría estar expuesta a 76 mg/día de parabenos en EEUU o 23 mg/día en China.

Riesgos de los parabenos

A pesar de que los parabenos son utilizados como conservantes en multitud de productos, los casos de sensibilización son raros.

La reciente polémica sobre su uso radica en su posible efecto hormonal como disruptores endocrinos.

En 2004 se hizo público un estudio de la Universidad de Reading en Edimburgo, Escocia, (ver bibliografía) que había encontrado parabenos en el 90% de las muestras de tejido mamario de pacientes con tumores de mama. Se dedujo que el uso de parabenos en los desodorantes colocados en la axila podría estar relacionado con el desarrollo del cáncer de mama o con su crecimiento.

A raíz de ese estudio se puso sobre la mesa el posible efecto estrogénico de los parabenos.

Se ha validado tanto in vivo como in vitro que los parabenos se unen a los receptores estrogénicos humanos, aunque teóricamente con afinidades 10.000 a 1.000.000 veces menores que el estradiol.

En general, los parabenos más pequeños (metil o etil parabeno) tienen una menor actividad estrogénica, siendo ésta máxima en los parabenos de cadena más larga como el propil o butilparabeno.

Aunque existen dudas sobre los efectos endocrinos de los parabenos utilizados en los productos cosméticos y de cuidado personal, lo cierto es que actualmente los resultados de los estudios llevados a cabo hasta la fecha son contradictorios y poco concluyentes.

Otra área de estudio ha sido el efecto de los parabenos en el sistema reproductivo masculino, donde se sospecha que podrían alterar la calidad del semen. Nuevamente, los resultados de los estudios son contradictorios.

Regulación de los parabenos

La Unión Europea fijó en 2009, a través de su organismo Comité Científico Europeo de Productos de Consumo (CCSC), un límite máximo de concentraciones de parabenos totales en productos cosméticos de 0,8%, y 0,4% para cualquier parabeno individual.

El gobierno danés, de forma unilateral, dio un paso más allá en 2011 prohibiendo el uso de parabenos propil y butil en cualquier producto cosmético destinado a niños por debajo de los 3 años por su posible reprotoxicidad.

A raíz de dicha decisión, se modificó el reglamento europeo y se prohibieron el uso de isopropil, isobutil, fenil, bencil y pentilparabeno en 2014.

Además, en el caso específico del propil y butilparabeno se limitaron a 0,14% para la suma de concentraciones individuales y quedaban prohibidos para la zona del pañal de niños menores de 3 años.

En el año 2020 la Agencia Europea de Sustancias Químicas incluyó el butilparaben en la lista de «sustancias candidatas extremadamente preocupantes (SVHC)» por su capacidad de actuar como disruptor endocrino.

En EEUU, los límites impuestos por el Cosmetic Ingredient Review son similares a los impuestos por las autoridades europeas, pero, en este caso, esos límites son recomendaciones y los productores de cosméticos no están obligados por ley a cumplirlos.

Otros países del sudeste asiático y Japón también tienen regulado el contenido de parabenos en cosmética.

Contaminación ambiental por parabenos

Los parabenos están considerados contaminantes emergentes (CE), y se han convertido en un problema ambiental relevante por su ecotoxicidad.

La presencia de parabenos en el medio ambiente se debe principalmente a su liberación tanto durante el uso como del desecho de productos cosméticos. Por desgracia, a pesar de los avances en el tratamiento de aguas residuales, de momento no es posible de manera real prevenir su llegada a los distintos ecosistemas.

Una de las principales preocupaciones en relación con la contaminación ambiental de los parabenos es su posible efecto en los organismos acuáticos.

Varios estudios han demostrado que estos compuestos pueden ser detectados en ríos, lagos y océanos, lo que sugiere una amplia dispersión en el entorno acuático.

Además, se ha observado que pueden ser persistentes en el agua y bioacumularse en los organismos acuáticos, lo que significa que se van acumulando en la cadena trófica, como sucede con el pescado y el mercurio.

Se han encontrado parabenos en algas, manglares, invertebrados, peces, mamíferos marinos y osos polares, entre otros.

Si bien los estudios científicos han proporcionado evidencia de la presencia y los posibles efectos de los parabenos en el medio ambiente, es importante destacar que aún existen incertidumbres y la necesidad de investigaciones adicionales. La evaluación completa de los riesgos ambientales de los parabenos requiere una comprensión más profunda de su comportamiento en diferentes entornos y sus interacciones con los organismos.

En respuesta a estas preocupaciones, se han implementado regulaciones y restricciones en algunos países para limitar el uso de ciertos parabenos en productos cosméticos.

Aunque se requiere más investigación para comprender completamente los efectos de los parabenos en los seres humanos, muchas personas optan por evitar los productos que contienen parabenos como medida de precaución.

Es importante que la comunidad científica y las agencias reguladoras continúen evaluando los riesgos y promoviendo alternativas más seguras en la industria cosmética y de cuidado personal.

Mientras tanto, nuestra responsabilidad como consumidores nos obliga a plantearnos el uso de productos con parabenos.

¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Te has fijado si tu desodorante contiene parabenos?

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