La epigenética son los cambios en la expresión de los genes que no produce cambios permanentes en los mismos. Sería algo así como los botones de encendido y apagado de los genes, que puede hacer que se manifiesten o no. Todas las células de nuestro organismo llevan el mismo ADN, pero algunas de ellas se convierten en células musculares, otras en células cerebrales… gracias a la epigenética.
Así que es posible potenciar tus genes. Los genes no son auto-emergentes, no deciden si expresarse o no ellos mismos. La manifestación del material genético viene determinada por cambios del ambiente. Y esto lo produce la epigenética.
Tu estilo de vida dicta a tus genes la decisión de expresarse en forma de enfermedad o de salud.
Esto que llamamos epigenética, o la influencia del ambiente en la expresión del ADN, ha funcionado a lo largo de siglos y milenios de evolución del ser humano. Algunos ejemplos:
- La codificación de la amilasa salival, la enzima encargada de digerir los almidones: su número de copias aumentó cuando se incrementó la cantidad de almidones de los cereales en la dieta.
- La tolerancia a la lactosa que (algunos) portamos en la actualidad y nos permite digerir la lactosa es resultado de la ventaja evolutiva de un clan familiar de lo que hoy es Escandinavia: una mutación del gen de la lactasa permitió conservar su expresión y así poder seguir digiriendo el azúcar de la leche más allá de la infancia.
- O el grupo sanguíneo, que fue apareciendo a lo largo de la evolución en respuesta a las condiciones alimentarias y ambientales que regían en la época y el lugar correspondiente, y por eso cada grupo sanguíneo reacciona de manera distinta a los alimentos a los que está adaptado epigenéticamente.
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Epigenetics revolution
Nessa Carey, autora del libro «Epigenetics revolution», profesora en el Imperial College en Londres, es especialista en epigenética y lleva años trabajando en el sector de la biología molecular y la biotecnología. En su libro, Nessa Carey hace una analogía de la epigenética perfecta para entender el concepto.
Imagina que la vida de una persona es como una película. Las células serían los actores y las actrices de la película y piezas fundamentales de la misma. El ADN, la información genética, sería el guion, las instrucciones que tienen que seguir los actores, las frases que tienen que pronunciar y hasta la ropa que llevan puesta.
En este escenario cinematográfico, la epigenética sería el director, el que decide qué escenas desaparecen, qué actor o actriz adquiere un papel más protagonista o incluso la duración de la película. Con un mismo guion, directores como Steven Spielberg o Tarantino harían películas completamente distintas.
Y así ocurre en nuestra vida. Nacemos con una cierta información genética, pero lo que hacemos, cómo vivimos nuestra vida y nuestro entorno, pueden cambiar por completo cómo se manifiesta esa genética.
Cambios epigenéticos y hechos traumáticos
Durante el desarrollo de la Guerra de Secesión de Estados Unidos (1864), las condiciones de los prisioneros de guerra eran muy duras y el índice de mortalidad era llamativo. La desnutrición, la falta de higiene y el hacinamiento hicieron mella en los penados, y muchos morían de diarrea y escorbuto. Al finalizar la guerra muchos de ellos regresaron a la vida civil con grandes problemas tanto físicos como mentales. Pero es que además la situación que les tocó vivir a su regreso fue de hambruna generalizada, una menor tasa de empleo y una reducción drástica de la esperanza de vida.
Y toda esta situación no finalizó con su muerte, sino que se extendió también a los descendientes varones de los presos de guerra. Aunque a los hijos y nietos de los presos no les tocó vivir la misma situación por la que pasaron sus padres o abuelos, sufrieron unas tasas más elevadas de mortalidad en comparación con el resto de la población de Estados Unidos.
Dora Costa, economista de la Universidad de California, llevó a cabo un estudio comparando la tasa de mortalidad de los hijos cuyos padres habían sido prisioneros de guerra con la de los hijos de los veteranos que no habían sido capturados. Se pudo comprobar que los primeros tenían un índice de mortalidad un 11% más alta.
Y todos estos hechos traumáticos tuvieron un efecto de generación en generación en los varones, pero no en las mujeres. La hipótesis es que hay un efecto epigenético en el cromosoma Y.
Un estudio realizado en 2015 por la Escuela de Medicina de Icahn y dirigido por Rachel Yehuda (experta epigenética) acerca de los hijos de los supervivientes del Holocausto nazi y cómo les influyó los cambios epigenéticos en sus vidas encontró cambios en los niveles de cortisol, que es la hormona producida por las glándulas suprarrenales en respuesta a una amenaza o una situación de estrés. Se vio que los descendientes sufren una alteración epigenética que hace que sus niveles de cortisol sean más bajos de lo común.
Actualmente no se conoce la causa biológica, pero se sospecha que podría estar relacionada con una enzima que descompone el cortisol, enzima que suele ser generada por el organismo cuando sufre un largo período de hambruna. Este cambio afectaba a los descendientes de los supervivientes, haciéndoles más predispuestos a sufrir ansiedad, obesidad, hipertensión, etc.
Como ya hemos comentado antes, estas situaciones ambientales que producen cambios genéticos en un corto periodo de tiempo afectaron tanto a los que sufrieron la situación crítica como a sus herederos genéticos. Las experiencias realmente traumáticas pueden marcar un antes y un después en el árbol genealógico de una familia. Otros factores no tan traumáticos en comparación a una guerra, como puede ser el estado socioeconómico, el trabajo y el estado civil, modifican en una menor medida la epigenética.
Características de la epigenética
- La epigenética controla los genes: Este control se consigue a través de la especialización de las células, es decir, la epigenética es la que determina que las células de un feto se vayan convirtiendo en células de la piel, sanguíneas, hepáticas…; y también a través del ambiente.
- La epigenética está en todas partes: Dónde vives, cuánto duermes, qué tipo de actividad física haces… todos estos factores producen cambios químicos alrededor de los genes y los activará o desactivará.
- La epigenética nos hace únicos: Aunque todos somos seres humanos, la epigenética es responsable de que seamos más o menos rubios, tengamos la piel más o menos oscura, nos gusten las berenjenas o que seamos simpáticos o no. Cada uno de nosotros tenemos una combinación de genes única, y además también es única la combinación de esos genes que están activos e inactivos.
Aplicaciones de la epigenética
Si conseguimos descifrar la combinación de genes responsables de las distintas enfermedades… hipotéticamente podríamos curar el cáncer, la obesidad e incluso el envejecimiento.
Actualmente se considera que existen al menos 3 mecanismos capaces de producir cambios epigenéticos: la metilación de ADN, que consiste en añadir un grupo metilo en el ADN que impide que se expresen ciertos genes; la modificación de histonas, que al comprimir el ADN impide que pueda ser «leído» por las células; y el silenciamiento genético relacionado con el ARN no-codificante. En estos momentos se están llevando a cabo múltiples estudios relacionados con estos mecanismos en el desarrollo de muchas enfermedades fatales como el cáncer.
El estudio clásico de la genética exclusivamente no es capaz de comprender o de explicar enfermedades complejas, y para mejorar los diagnósticos y tratamientos es necesario que los dos estudios sean combinados.
La dieta, el descanso y el consumo de tabaco o de otras sustancias dañinas para nuestra salud puede afectar a las generaciones venideras. Diferentes estudios con ratones han demostrado que los procesos de desensibilización revertían el efecto, por lo que el trauma que marca el ADN podría deshacerse utilizando una técnica como la terapia cognitiva conductual.
Según la dieta que eliges y el resto de los hábitos de tu vida, puedes llevar a tus genes hacia la enfermedad o hacia la salud. Opta por alimentos sanos, buenos hábitos de vida, haz ejercicio, descansa… y ¡potencia tus genes!
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creo en en las ganas de vivir animo,
Bom dia!
Gostaria de entender como estão interligados os genes com os canais iônicos da membrana celular, ou seja, como um gene controla um canal iônico.
Gracias.