Son muchos los factores que influyen en la acumulación de peso en una zonas concretas del cuerpo. Conocerlas te proporciona las herramientas necesarias para establecer una estrategia y mejorar tus resultados de pérdida de peso. Generalmente se habla de 6 tipos de sobrepeso: obesidad central o tipo manzana, obesidad tipo pera, michelines, obesidad en el tronco, en las piernas o en los brazos. Aquí tienes un artículo completo donde hablamos de los 6 tipos de sobrepeso.
En este artículo nos vamos a centrar en uno de ellos porque son muchas las personas se quejan de que a pesar de perder peso, no logran eliminar la grasa de la zona lumbar, vulgarmente conocida como michelines, gorditos o rollitos de la espalda. Vamos a ver a qué se debe este tipo de obesidad y qué podemos hacer para eliminarla.
Contenido
Por qué tenemos michelines en la espalda
El mecanismo principal de este tipo de obesidad lumbar o rollitos de las espalda tiene relación directa con el ejercicio físico y la salud de nuestras glándulas suprarrenales, llamadas así porque están situadas encima de los riñones.
Para conseguir eliminar estas grasas localizadas en la zona baja de la espalda debemos centrar toda nuestra atención en las glándulas suprarrenales, implicadas en la gestión del estrés mantenido en el tiempo o estrés crónico. Cuando las glándulas suprarrenales se deterioran y dejan de funcionar correctamente producen una alteración hormonal de nuestro organismo consecuencia de una sobreproducción mantenida de las hormonas del estrés que repercuten en la producción de otras hormonas muy importantes para nuestra salud y vitalidad, que son las hormonas sexuales.
Ya hemos visto anteriormente que para librarnos de los kilos de más, siempre es necesario tomar como base los 3 pilares de la salud: la dieta, el ejercicio físico y el descanso.
Pues en este caso que nos ocupa, la obesidad lumbar o en flotador va a darle un protagonismo en la dieta al control del índice glucémico, al ayuno intermitente para estimular la quema de grasas y a realizar una alimentación que cuide o nos ayude a recuperar nuestra glándulas suprarrenales.
Con respecto al ejercicio vamos a centrarnos en realizarlo de una manera eficiente, que nos aporte beneficios y que no desgaste la salud de nuestras glándulas suprarrenales.
Y finalmente, en lo que respecta al descanso, vamos a intentar recuperar nuestro organismo del desgaste causado por esa sobreproducción de hormona del estrés llevada a cabo por las glándulas suprarrenales.
Alimentación para los rollitos o michelines de la espalda
- Alimentos perjudiciales para las glándulas suprarrenales
Aquí el secreto estaría en evitar los alimentos que perjudican nuestras glándulas suprarrenales o dificultan su correcta función. Los 3 grandes elementos a evitar serían el azúcar, las harinas refinadas y los alimentos de alto índice glucémico. Estos elementos se encuentran en el manejo de varios tipos de obesidad porque activan los diversos factores que tienen relación con el desarrollo de exceso de peso.
Entre los principales alimentos a evitar están los refrescos, pues además de tener un alto índice glucémico contienen compuestos que perjudican directamente a las glándulas suprarrenales. También deberíamos evitar las bebidas muy frías, inclusive el agua, que interfieren con su correcto funcionamiento. Otro conjunto de alimentos a evitar por ser especialmente perjudiciales para las glándulas suprarrenales son las solanáceas, principalmente el tomate, la patata, el pimiento y la berenjena. Estos vegetales deberían ser eliminados de nuestra mesa o al menos reducir su frecuencia de consumo, y cuando las consumamos, que sea cocinadas y nunca crudas. Con el cocinado de las solanáceas se reduce su efecto negativo sobre el organismo y sobre las glándulas suprarrenales. También es posible pelar estos alimentos y quitarles las semillas, pues es en la piel y en las semillas donde se encuentra en mayor concentración la solanina, que es el elemento perjudicial para nuestra salud en general y para las glándulas suprarrenales en particular.
- Alimentos beneficiosos o que mejoran la función de las glándulas suprarrenales
- Verduras de raíz: Cebolla, puerro, zanahoria o remolacha entre otras.
- Legumbres: Dentro del grupo de las proteínas vegetales destacarían las legumbres como las alubias blancas, las pintas y las azuki.
- Pescado: Dentro de los alimentos de origen animal se priorizará el pescado, reduciendo el consumo de huevos y carne.
- Algas: Serían probablemente el alimento estrella a la hora de cuidar nuestras glándulas suprarrenales, aunque las personas con enfermedad del tiroides no deben tomarlas. Estos vegetales son considerados por muchos un superalimento por su riqueza en vitaminas y minerales. Podemos incorporar algas a nuestras ensaladas o guisos. Cuando se cocinan con otros alimentos como arroz o legumbres mejoran su calidad nutricional.
La forma de preparar nuestros alimentos, cómo los cocinamos, también influye en nuestra salud. Lo ideal para no perjudicar, o incluso mejorar la función de las glándulas renales, es consumir los alimentos cocidos, como puede ser en un guiso a fuego lento, una crema, un puré o un caldo.
- Suplementación
Otra opción para cuidar nuestras glándulas suprarrenales es el uso de suplementos nutricionales, siempre bajo la supervisión de un profesional.
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- Vitaminas: Todo el grupo de las vitaminas B y la vitamina C.
- Minerales: Magnesio, zinc y selenio.
- Setas medicinales: Cordyceps.
- Adaptógenos: Son sustancias naturales que equilibran nuestro medio interno de manera bidireccional. Por ejemplo, el ñame silvestre (Dioscorea villosa), por su contenido en diosgenina, actúa como un precursor de las hormonas sexuales y es conocido como la hormona de la juventud porque tiene un efecto antioxidante y antienvejecimiento y potencia la función cerebral.
La importancia del descanso
Aunque ya sabemos que el ejercicio físico es necesario para una buena salud, cuando las glándulas suprarrenales no se encuentran en un estado óptimo es fundamental hacer una buena gestión del descanso y del estrés, tener una buena higiene del sueño, dormir lo suficiente cada noche e incluir cuando sea posible un descanso o siesta a lo largo del día. Las glándulas suprarrenales necesitan esa parada para recuperarse del trabajo continuo que están haciendo para hacer frente al estrés del día a día. Lo ideal para estas siestas, que podrían ser de unos 20 minutos, sería tumbarnos con la zona lumbar bien apoyada y las piernas un poco elevadas y aplicar calor local en la zona de los riñones con una manta, bufanda…, evitando las mantas eléctricas. Con este calor activamos la quema la grasa de la zona y ayudamos a la función de las glándulas suprarrenales.
Además de ese descanso, es muy importante llevar a cabo una adecuada gestión del estrés. El estrés nos viene dado no solo por las cosas externas que nos suceden, sino también por la forma que nosotros reaccionamos a esos sucesos. Para lograr bajar nuestro nivel de estrés, el primer paso sería desechar las actividades estresantes para luego aprender a gestionarlas de una manera más eficiente. Algunos de los recursos a nuestra disposición para esta gestión del estrés son la meditación, la relajación, la respiración profunda, tomar el sol, estar con personas que nos hagan sentir bien, la coherencia cardiaca, tener tiempo para nosotros mismos… Todas estas herramientas nos ayudan a mejorar nuestra salud e incluso nuestro aspecto físico.
Ejercicio físico
Aunque el ejercicio físico es muy importante para conseguir deshacernos de este acúmulo de grasa en la zona lumbar, hay que tener en cuenta que también es un estresor capaz de obligar a nuestras glándulas suprarrenales a esforzarse. Necesitamos llevar a cabo una buena gestión del ejercicio físico, es decir, realizar ejercicio eficiente que nos aporte los máximos resultados con el menor esfuerzo o desgaste. Mientras que correr una maratón supone una gran estrés para nuestro organismo y nos puede perjudicar, podemos mejorar la eficiencia de nuestra actividad física con pequeños entrenamientos en el gimnasio a base de ejercicios multiarticulares (peso muerto, dominada, sentadillas…). Con este tipo de ejercicios conseguimos una muy buena respuesta de las hormonas implicadas en nuestro desarrollo muscular, además de aumentar nuestra sensación de potencia sin llevarnos a un mayor desgaste de las glándulas suprarrenales. También es de suma importancia una buena recuperación post-entreno.
No debemos someternos a un continuo estrés entrenando todos los días durante horas porque esto va a bloquear la liberación de la grasa acumulada en la zona lumbar y nos va a suponer un mayor estrés, origen inicial del problema.
Encontrarnos en nuestro mejor peso, condición y salud dependen de la influencia de muchos factores. La dieta, el ejercicio y el descanso físico y mental desempeñan un papel fundamental.
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Me parece magnifico como todo lo que veo y oigo tullo, intentare practicarlo, muchas gracias
Gracias a ti.
Yo soy un fanático del tomate y las papas, vaya problema el que tengo.
MUY BUEN ARTÍCULO, COMO SIEMPRE EN VIDA POTENCIAS VUESTROS TEMAS SON MUY INSTRUCTIVOS Y ÚTILES. EXCELENTES!!! GRACIAS A LOS DOS!!! MARGARITA.
Hola! gracias por tus videos geniales !!!!!!!!! el agua con gas (agua) también se considera dentro de las gaseosas como para eliminar? y cómo hacemos con la alimentación ceto para cuidar las suprarrenales? porque hay alimentos sugeridos en este video que no son ceto 🙁
gracias por todo y por tanto y saludos desde Uruguay !!!!!!!!!!!!!!!!!
El cromo tenía entendido que es bueno para la grasa abdominal, enpeze a tomarlos, me ayudaría a los michelines?? Un saludo
Gracias gracias gracias…me ha ayudado muchísimo!!!!