Menopausia: síntomas, estrógenos y otras hormonas

En este artículo vamos a hablar de los síntomas de la menopausia, las hormonas implicadas y sus efectos en el cuerpo femenino.

Entender qué es la menopausia, cuáles son los síntomas más habituales, a qué se deben y cuáles son las herramientas que existen para suavizarlos puede ayudar a sobrellevar esta etapa vital que supone un desafío para muchas mujeres.

Qué es la menopausia

La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres, marcada por el cese definitivo de la menstruación y la pérdida de la fertilidad. Es un proceso gradual que conlleva diversos cambios en el cuerpo y las hormonas.

Queda definida como el cese definitivo de la función ovárica de la mujer.

Es un fenómeno natural que se produce en las mujeres de mediana edad por la caída en los niveles de estrógenos.

Normalmente tiene lugar a una edad media de 51 años, aunque puede variar porque está determinada por distintos factores como la información genética, el estilo de vida, la nutrición, la actividad física y el tabaco.

También se puede producir por condiciones especiales, como una menopausia quirúrgica cuando se extirpan los ovarios funcionales o una menopausia inducida por la radioterapia o la quimioterapia.

La menopausia precoz es aquella que tiene lugar antes de los 40 años.

Etapas de la fertilidad en la mujer

• La etapa reproductiva de la vida de una mujer tiene lugar entre el inicio de las menstruaciones, alrededor de los 14 años, y el comienzo de los ciclos irregulares que indican el acercamiento de la menopausia.
• El periodo entre el inicio de las menstruaciones irregulares y el cese definitivo es lo que se conoce como perimenopausia o premenopausia.
• La menopausia es el fin de las menstruaciones. Se considera que es definitiva cuando han transcurrido 12 meses desde la última menstruación.
• Se denomina postmenopausia a esa etapa desde el cese definitivo de menstruaciones en adelante.

Todos los síntomas que se producen desde el inicio de la perimenopausia son consecuencia de los cambios a nivel hormonal, en concreto de los estrógenos, la progesterona y los andrógenos.

Síntomas de la menopausia

La menopausia trae consigo una serie de síntomas que pueden variar en intensidad y duración entre las mujeres.

Estos síntomas son el resultado de los cambios hormonales que se producen en el cuerpo durante esta etapa de transición.

Los síntomas de menopausia más comunes:

• Sofocos: Uno de los síntomas más característicos. Se presentan como una sensación de calor intenso y repentina acompañada de sudoración. Estos episodios pueden ocurrir tanto durante el día como durante la noche.
• Cambios en el ciclo menstrual: Durante la menopausia, es común experimentar cambios en el ciclo menstrual. Las reglas pueden volverse irregulares, con variaciones en la duración y el flujo menstrual. En algunos casos, la menstruación puede volverse más abundante o escasa. Este proceso gradual marca el final de la capacidad reproductiva de la mujer.
• Problemas de sueño y fatiga: El insomnio y los problemas de sueño son síntomas frecuentes durante la menopausia. Las mujeres pueden tener dificultades para conciliar el sueño, despertarse durante la noche con frecuencia o experimentar sudores nocturnos que interrumpen su descanso. Estos problemas de sueño pueden llevar a la fatiga y afectar el estado de ánimo y el bienestar general.
  
• Problemas sexuales y cambio en la libido: Algunas mujeres pueden experimentar sequedad vaginal, molestias durante las relaciones sexuales o una disminución del deseo sexual.
• Cambios emocionales y de ánimo: Durante esta etapa es común experimentar irritabilidad, tristeza, ansiedad o cambios de humor repentinos. Estas alteraciones suelen ser el resultado de los desequilibrios hormonales, pero también de los desafíos emocionales asociados con la transición hacia esta nueva etapa de la vida.

Pero hay otros muchos síntomas de la menopausia que también pueden aparecer:

• Aumento de peso
• Re-distribución de la grasa corporal
• Dolor articular y/o dolor muscular
• Osteoporosis
• Sequedad de la piel
• Caída del cabello

Todos ellos son consecuencia del desequilibrio en los niveles hormonales, tanto de las hormonas sexuales femeninas como de las masculinas.

Cambios hormonales en la menopausia

Las mujeres nacemos con dos millones de ovocitos, que son los precursores de los óvulos, pero van degenerando a lo largo de los primeros años de la vida y llegamos a la pubertad con aproximadamente 300.000 ovocitos.

Mes a mes van degenerando algunos más y además con cada ciclo menstrual se pierde un ovocito.

En torno a los 40 años de edad van quedando pocos y empiezan a notarse los efectos de la disminución de las hormonas que liberan.

El ovario segrega estrógenos y progesterona, principalmente, con la liberación del ovocito correspondiente en cada ciclo menstrual.

Aunque existen otras fuentes de estrógenos (piel, grasa, cerebro…), los ovarios son la principal.

La caída en estrógenos y progesterona va a ir determinando todos los síntomas de la menopausia.

Estrógenos y menopausia

Los estrógenos tienen varios efectos a nivel de los órganos reproductivos:

• A nivel de los ovarios: favorecen la maduración de los ovocitos y la consecución de los ciclos menstruales.
• A nivel del útero: engrosan las paredes del útero y estimulan la producción de flujo vaginal, y por eso con la caída de estrógenos de la menopausia se produce una sequedad vaginal que puede dar lugar a dolor o a sangrado cuando se tienen relaciones sexuales.
• A nivel de la glándula mamaria: favorecen el desarrollo de los pechos durante la pubertad y preparan la glándula mamaria para la producción de leche durante la lactación.

Pero los estrógenos también actúan fuera de los órganos o el tejido sexual femenino:

• Los estrógenos actúan sobre el corazón, protegiendo de las placas de ateroma. Por eso se dice que las mujeres tenemos un seguro de salud cardiovascular en los niveles altos de estrógenos.
• En el hígado los estrógenos controlan el metabolismo del colesterol, por eso con la menopausia pueden empezar a elevarse los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre.
• En los huesos favorecen el mantenimiento de la masa ósea y por eso cuando caen los estrógenos se favorece el desarrollo de osteoporosis.
• Y en el cerebro los estrógenos cumples 3 funciones importantes.
  • Ayudan al mantenimiento de la temperatura corporal y por eso en la menopausia o en la transición perimenopaúsica, cuando empiezan a caer los niveles de estrógenos, aparecen los sofocos.
  • Ayudan a mantener la memoria y por eso en la menopausia aparecen despistes que muchas mujeres acusan.
  • En el cerebro los estrógenos son un factor muy importante en el comportamiento y en el estado de ánimo.

La progesterona y la menopausia

La segunda hormona que provoca la menopausia es la progesterona.

• Durante la entrada a la menopausia, en la transición perimenopaúsica, se producen ciclos más cortos y además, esporádicamente, anovulatorios, es decir, sin óvulo. Cuando los ciclos son anovulatorios se produce menos progesterona y eso es lo que favorece la hipermenorrea o un sangrado muy abundante. Estos 2 signos,  ciclos menstruales más cortos y algunos de ellos con abundante sangrado, son característicos de la perimenopausia.
• La progesterona es la que ayuda al desarrollo del útero durante el embarazo, para que sea mullido y mejor irrigado.
• También tiene un efecto regulador de la inflamación y de la función del sistema inmune.
• Por último, ayuda a regular la contracción de los esfínteres. Por esto, con la caída de la progesterona en la menopausia hay muchas mujeres que sufren algún grado de incontinencia urinaria. 

Los andrógenos y la menopausia

El tercer grupo de hormonas que se ven alteradas en la menopausia son los andrógenos.

Con la bajada de los estrógenos y la progesterona se produce un aumento proporcional de los andrógenos o hormonas sexuales masculinas.

• El aumento de andrógenos favorece la redistribución de la grasa corporal. De una forma un poco gráfica podemos decir que las mujeres pasamos de la forma de pera a la forma de manzana. La tendencia a acumular la grasa en las caderas, típicamente femenina, cambia a una tendencia a acumular la grasa en la zona central  del cuerpo, en el abdomen, que es una forma más típicamente masculina.
• La elevación de andrógenos relativa produce cambios en los rasgos faciales con un endurecimiento de las facciones, aumento del vello e incluso la aparición de comportamientos o de conductas un poco más agresivas. De ahí el aumento del mal humor, de arrebatos o enfados  que están asociados con la menopausia.

La dehidroepiandrosterona (DHEA) y la menopausia

Otra hormona que también se ve afectada con la edad es la dehidroepiandrosterona (DHEA), que es un precursor tanto de la testosterona como de los estrógenos.

Se produce en la glándula suprarrenal y su nivel máximo se produce en la edad adulta temprana.

A partir de los 40 años de edad empiezan a disminuir los niveles de DHEA, especialmente cuando estamos sufriendo una enfermedad crónica o  estrés intenso mantenido en un largo periodo de tiempo.

• La DHEA tiene una función importante en el control de las emociones.
• Afecta al mantenimiento de la memoria.
• Tiene un efecto antiestrés notable porque es antagonista del cortisol, la hormona del estrés.

Por eso con la edad y con los niveles bajos de DHEA llevamos peor las situaciones estresantes.

• Es antioxidante.
• Está relacionada con el control y la distribución de la grasa corporal.

Como veis, con todos estos cambios hormonales que suceden con la llegada de la menopausia:

• caída de estrógenos y progesterona,
• predominio relativo de andrógenos,
• niveles más bajos de DHEA,

se producen muchos síntomas y muy variados a nivel del organismo, la mente y las emociones.

La buena noticia es que podemos modular toda la sintomatología a través de la dieta, los hábitos de vida y también con los suplementos o la medicación.

Aliviar los síntomas de la menopausia

Clásicamente en medicina se ha empleado la terapia hormonal sustitutiva, es decir, aportar análogos de esas hormonas que están carentes y así paliar los síntomas.

El problema de la terapia hormonal sustitutiva es que ha mostrado que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular, trombosis venosa profunda y cáncer de mama incluso en periodos de tiempo cortos de tratamiento.

Por eso es imperativo que la terapia hormonal sustitutiva esté muy bien pensada, diseñada y ajustada a la persona que lo necesita y con un control médico cercano.

Pero no todo está perdido y tenemos otras herramientas. Contamos en primer lugar con la alimentación, el estilo de vida y los suplementos naturales, estos últimos utilizados con cuidado y con asesoramiento profesional.

Alimentos para la menopausia

Respecto a la alimentación en la menopausia, es muy importante llevar una dieta natural a base de alimentos frescos, ecológicos si es posible.

Es recomendable que tengan un buen aporte de ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6 para cuidar la salud cardiovascular.

Podéis incluir en la dieta alimentos que aporten sustancias similares a los estrógenos o fitoestrógenos:

• Quinoa
• Soja, bien en forma de habas o en sus formas fermentadas como el miso o el tamari.
• Semillas de lino o el aceite, que ayudan a elevar de manera natural y suave los niveles de estrógenos.

Y por supuesto, la dieta en la menopausia debe incluir alimentos ricos en calcio y un buen aporte de vitamina D para asegurar la salud de los huesos.

Alimentos prohibidos en la menopausia

Por la caída en los niveles de estrógenos y progesterona, con funciones reguladoras de los procesos inflamatorios, es necesario evitar aquellos alimentos que estimulan la inflamación crónica:

• Alimentos de alto índice glucémico: Son aquellos que elevan rápidamente la glucemia. Podemos citar los refrescos, los cereales del desayuno, el arroz blanco…
• Procesados industriales: Son ricos en ácidos grasos pro-inflamatorios.
• Aceites de semillas refinados: Aceite de soja, girasol, canola, maíz o cártamo y por supuesto todas sus margarinas.
• Gluten: Las proteínas de muchos cereales como el trigo, la cebada o el centeno pueden dañar la mucosa intestinal y permitir el paso de toxinas y otras sustancias al torrente sanguíneo, generando una respuesta inmunitaria e inflamación.
• Lectinas: Son una familia de proteínas capaces de generar sustancias proinflamatorias. Están presentes en alimentos como las legumbres y los cereales.
• Solanina: Sustancia tóxica producida por las plantas solanáceas como la patata, el tomate o el pimiento.

Suplementos en la menopausia

Respecto a la utilización de suplementos naturales, o fitoterapia, existen plantas que ayudan a regular los niveles hormonales y a controlar o aliviar los síntomas de la menopausia.

Aceite de onagra

Los omega 6 presentes en el aceite de onagra ayudan a controlar algunos síntomas como los sofocos.

Cimicífuga racemosa

Esta planta herbácea ayuda con los sofocos y otros síntomas de la menopausia.

El mecanismo de acción todavía no está claro, porque no aporta estrógenos, pero sin embargo ayuda a regular sus niveles.

Además, la cimicífuga tiene un efecto neutralizador de radicales libres, esas sustancias que favorecen el envejecimiento.

El uso de Cimicífuga racemosa puede estar asociado a problemas hepáticos agudos, por lo que las personas con esta patología deben consultar con su médico la conveniencia de su consumo.

Fitoestrógenos en la menopausia

Son sustancias de origen vegetal que aportan estrógenos naturales.

Los fitoestrógenos actúan como un análogo de la hormona pero con hasta mil veces menos potencia que la hormona humana. De esta manera se produce una regulación suave de los niveles hormonales.

Dentro de los fitoestrógenos existen distintos tipos químicos, siendo los principales:

• Lignanos, presentes por ejemplo en las semillas de lino.
• Isoflavonas de soja, como la genisteína y la daidzeína.
  

Astrágalo (Astragalus menbranaceus)

El astrágalo ayuda a elevar los niveles de DHEA, mejorando los síntomas de pérdida de fuerza, cansancio, cambios de humor y cambios en la composición corporal.

Espino amarillo

Un ácido graso omega que ayuda a mejorar la sequedad de la piel y las mucosas es el omega 7. Lo podéis encontrar en el espino amarillo y se puede tomar en cápsulas o aplicarlo en cremas o pomadas.

Estilo de vida en la menopausia

Ejercicio físico

Respecto al estilo de vida para aliviar los síntomas de la menopausia contamos con una buenísima herramienta que es el ejercicio físico.

No se sabe exactamente cómo se produce, pero sí está clara la asociación con una mejora de la sintomatología de la menopausia, datos que se han obtenido en encuestas de calidad de vida.

Como en la menopausia se reduce la tasa metabólica, el ejercicio físico va a ser una gran ayuda para activar el metabolismo y ayudar a controlar el peso.

Higiene del sueño

Dentro de los hábitos de vida saludables, es muy importante la higiene del sueño.

Se ha visto que hay una asociación directa entre tener un buen descanso nocturno y la mejora de los síntomas.

Saber cuántas horas hay que dormir puede ser de ayuda para saber cuándo estamos ante un problema de sueño.

Relaciones interpersonales

Y algo muy importante es el mantenimiento, el cuidado y el fomento de buenas relaciones interpersonales.

Las mujeres que mantienen buenos vínculos personales, realizan actividades sociales o pertenecen a algún grupo con un fin social, tienen una mejor experiencia de su vida posmenopáusica.

Sentido biológico de la menopausia.

Algo que también ayuda a llevar mejor toda esta etapa de la vida de la mujer es comprender que hay un valor biológico de todo ello.

El fin de la etapa reproductiva no supone ninguna ventaja adaptativa dentro de nuestra evolución como especie. La mayoría de los animales no viven mucho una vez pierden la capacidad de reproducirse.

Sin embargo, esta característica del ser humano la hemos ido arrastrando durante generaciones, luego debe aportar algún valor a la evolución, al desarrollo y a la capacidad de supervivencia como especie.

Somos los únicos primates en los que se produce una fase post reproductiva de la vida tan larga.

Las mujeres postmenopáusicas ayudan  con las crías de otra mujer, su hija, para favorecer su supervivencia y su desarrollo. En las tribus, en los pueblos cazadores-recolectores, se sabe que la mujer en edad posmenopáusica, que supone hasta un 40% de las mujeres, tiene un papel fundamental en la aportación a la economía y al desarrollo de todo el grupo.

La aportación de la «abuela» es fundamental para el mantenimiento y el desarrollo de la especie.

Incluso los síntomas tan molestos y tan desagradables de la menopausia tienen también un sentido biológico.

Cuando a una mujer le daban los sofocos, estaba de mal humor, le dolían las articulaciones, le molestaba la piel… y reaccionaba además de una manera más masculina, más brusca, lo que hacía era transmitir el mensaje «mira, no estoy para fiestas, no me molestes».

Que un macho se una a una mujer que ya  no es capaz de reproducirse es un mal uso de la energía vital a nivel de especie.

Recordad que todos los síntomas de la menopausia tienen un sentido y una explicación.

En la alimentación, el ejercicio físico, la gestión del estrés, las relaciones sociales o los suplementos tenéis herramientas muy útiles para ayudaros a llevar esta etapa de la vida de la mejor manera posible y sacarle todo su provecho.

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