Nos encanta compartir recetas como la que traemos hoy porque sabemos lo importante que es para muchos tener un pan de confianza al que poder acudir.
Aunque no tiene al 100% la consistencia del pan tradicional, el uso de cáscara de psyllium ayuda a que se parezca bastante. Gracias a su harina de almendras junto con ese toque de vinagre y las semillas que sugerimos para la decoración, logramos un resultado francamente rico, ideal para tomar una rebanada a modo de tostada (con jamón, con aguacate, con sardinas…) o ella solita.
Sabemos que no debemos abusar del pan, pero para las ocasiones en las que lo necesitamos, este pan ceto es perfecto.
Manos a la masa, que este pan no se va a hacer solo.
225 ml agua hirviendo (preferiblemente filtrada)
40 g polvo de cáscara de psyllium
3 claras huevo
10 g levadura en polvo
Pizca sal
2 cdtas. vinagre manzana
Semillas y/o frutos secos picados (decoración opcional)
Preparación
Precalienta el horno a 180ºC.
Mezcla los ingredientes secos en un recipiente.
Añade el vinagre, las claras de huevo y el agua hirviendo mientras bates con una batidora manual durante unos 30 segundos. No mezcles de más la masa ya que debe quedar con consistencia parecida a la plastilina.
Humedece tus manos o imprégnalas en aceite y dale forma a la masa. En este punto puede darse la forma que se desee, incluso dividir la masa y hacer panecillos.
Coloca la masa en una bandeja de hornear forrada con papel de horno. Con un pincel pinta la parte superior con un poco de agua y espolvorea con las semillas y/o frutos secos picados.
Hornea a 160º en la rejilla inferior del horno durante 60 minutos, o hasta que esté cocinado. Debe quedar dorado y crujiente. Puede que no te quede bien a la primera ya que depende del horno, pero no desistas hasta lograr tu pan ceto de 10.
¿Qué te ha parecido esta receta? ¿Te animas a probarla?
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