Esta receta es ideal tanto para preparártela solo para ti y disfrutar de un desayuno delicioso, cremoso y saludable, además de saciante, o para prepararla cuando te vienen amigos a casa y quieres poner algo para picar mientras llega la hora de la comida principal. Perfecto para tomar con crudités de verduras o con unos crackers de semillas.
Lo que sobre, si sobra, a un recipiente y a la nevera 3-4 días. Pero no sobrará.
Enciende el horno, que metemos las berenjenas…
120 g queso feta
80 g avellanas tostadas*
2 huevos
2 dientes ajo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
*Puedes sustituir las avellanas por otro fruto seco.
Preparación
Encendemos el horno a 180º.
Cortamos las berenjenas por la mitad, les hacemos unos cortes en la carne con el cuchillo, las disponemos en una fuente de horno y las metemos durante una hora.
Mientras introducimos los huevos en una cazuela y los cubrimos con suficiente agua. Encendemos el fuego y cuando el agua rompa a hervir calculamos 11-12 minutos antes de sacar los huevos. Pasamos por agua fría y esperamos a que enfríen para poder pelarlos sin quemarnos. Reservamos.
Cuando las berenjenas estén listas, las sacamos del horno y tapamos la fuente donde se han horneado. De esta forma, ayudamos que se separe mejor la piel de la carne y sea más fácil pelarlas. Esperamos unos minutos.
Pasados unos minutos, cuando estén atemperadas, las pelamos con cuidado de no quemarnos. Introducimos las berenjenas peladas, el queso, los ajos, los huevos cocidos, los frutos secos y lo trituramos todo junto. Sazonamos al gusto y cuando esté bien triturado añadimos un chorro de aceite y lo trituramos unos segundos más, para que emulsione.
Ya está listo para servir y disfrutar. Si quieres, puedes rociarlo con un poco más de aceite, con pimentón (dulce o picante según tu gusto), con frutos secos picaditos, o incluso con un poco de queso feta desmenuzado por encima.
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