Hongo cordyceps: el parásito que una serie hizo famoso

El hongo cordyceps se ha hecho famoso gracias a la serie de HBO «The Last of Us», basada a su vez en un videojuego de éxito y que se desarrolla en un mundo desolado por una pandemia donde el hongo infecta a los humanos y los convierte en zombies caníbales.

Pero no es la primera vez que este hongo está en las noticias.

Entre los seguidores de las citas deportivas importantes puede que haya quien recuerde, allá por el año 1993, la superioridad de los chinos en el campeonato mundial de atletismo.

En esa ocasión 3 atletas chinos lograron batir nada menos que 5 récords mundiales. Toda una proeza.

Proeza que hizo que saltaran todas las alarmas y puso la duda del dopaje sobre la mesa.

Sin embargo, en las analíticas de los atletas no se encontró ninguna sustancia ilegal, únicamente un potenciador muy común en la medicina tradicional china, el hongo Cordyceps sinensis.

Pero ¿qué es el hongo cordyceps, capaz de inspirar series post-apocalípticas y de mejorar el rendimiento deportivo?

Qué es el hongo cordyceps

Cordyceps sinensis, recientemente renombrado Ophiocordyceps sinensis, es un hongo del género ascomicetos, con más de 400 especies conocidas.

También llamado hongo oruga, y ahora veremos por qué, es natural de las tierras altas del Himalaya, a más de 3.000 metros de altura.

Una de sus características más peculiares, y las que lo han llevado a protagonizar una serie, es que el género cordyceps son hongos entomopatógenos, es decir, parásito de insectos, de los que se alimentan hasta matarlos.

Cuando un insecto o incluso un artrópodo como las arañas se infectan, el cordyceps se introduce a través del exoesqueleto y se va alimentando de los órganos del hospedador a lo largo de varios meses hasta matarlo.

Cada especie de cordyceps tiene un hospedador concreto, que van desde las distintas mariposas, avispas, arañas, hormigas, escarabajos…

Veamos con detalle este proceso.

Ciclo vital del cordyceps

En otoño, las esporas del hongo cordyceps infectan las larvas del género Thitarodes, un tipo de mariposa, atravesando el exoesqueleto.

Una vez infectadas, las larvas modifican su comportamiento y en lugar de esconderse profundamente en la tierra para pasar el invierno, permanecen en niveles más superficiales.

A lo largo de varios meses, el hongo cordyceps se va alimentando de los órganos de la larva, ocupando el espacio con una serie de micelos con forma de tentáculos.

Para cuando se acerque a la madurez, el hongo habrá consumido más del 99% del organismo hospedador.

A principios de primavera a partir de la cabeza de la larva emergerá lo que se denomina el cuerpo fructífero del hongo (estroma), que ascenderá al exterior del terreno en posición vertical para, una vez maduro, liberar miles de esporas que reiniciarán el ciclo.

El micelio del cordyceps permanece dentro del insecto parasitado.

De esta forma, se podría decir que esta especie de hongo cordyceps pasa una parte de su vida como insecto y otra como planta, lo que lo convierte en una obra maestra de la adaptación a un clima realmente inhóspito.

La recolección de los cuerpos fructíferos del cordyceps, que es lo que luego se comercializa como suplemento, se realiza de manera totalmente manual y supone una de las principales fuentes de ingresos de muchas comunidades tibetanas.

Propiedades del cordyceps

Este potenciador contiene una amplia variedad de compuestos químicos que se han identificado como posibles principios activos.

• Beta-glucanos: Polisacáridos solubles con efectos inmunomoduladores y antiinflamatorios.
• Alfa-glucanos: En este caso son polisacáridos insolubles en agua y que cuentan con efectos hipoglucemiantes y capaces de mejorar la tolerancia a la glucosa.
• Cordicepina: Nucleósido compuesto de un azúcar unido a una molécula de ácido cordicéptico. Se le atribuyen propiedades antioxidantes, inmunomoduladoras y neuroprotectoras. El gran potencial terapéutico de esta sustancia se encuentra bajo investigación.
• Gliocladicilinas A y B: Estos compuestos son capaces de inhibir el crecimiento de algunas células tumorales.
• Adenosina: la adenosina es un nucleótido que se ha demostrado que tiene efectos antiinflamatorios, hipotensores, antiarrítmicos y neuroprotectores. Además, incluye otros nucleósidos como inosina, citidina, citosina, guanina y uridina.
• Ergosterol: se ha demostrado que este esterol tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antitumorales. Es un importante precursor de la vitamina D2.
• D-manitol: También conocido como ácido cordycéptico y juega un papel importante en el tratamiento de la fibrosis hepática además de ser antiinflamatorio y antioxidante.

Se cree que la combinación de estos y otros principios presentes en el hongo cordyceps le confieren sus propiedades medicinales.

La cordicepina se utiliza como indicador de la calidad de los suplementos de cordyceps.

Beneficios del cordyceps

Aumenta el rendimiento físico

Ya hemos comentado al inicio del artículo su uso como potenciador por los atletas chinos.

El cordyceps aumenta la producción de moléculas de ATP, logrando de este modo aumentar el VO2 máx., y mejorando la forma en la que el cuerpo emplea el oxígeno durante el ejercicio.

Las moléculas de ATP, formadas en nuestras mitocondrias, son esenciales para suministrar energía a los músculos.

Controla la diabetes

Otro de los usos tradicionales que se le ha venido dando al cordyceps es en el tratamiento contra la diabetes tipo 2.

Su consumo puede mantener los niveles de azúcar en sangre controlados a base de activar la secreción de insulina por el páncreas.

Paralelamente reduce los niveles oxidativos responsables de la resistencia a la insulina.

Desgraciadamente la evidencia científica que hay al respecto está soportada en estudios en ratones y se precisan estudios en humanos.

Antiinflamatorio

El cordyceps tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar en procesos como la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal o la psoriasis.

Los polisacáridos y el ácido cordicéptico presente en el hongo tienen efectos antiinflamatorios al reducir la producción de ciertos mediadores inflamatorios y aumentar la de otros compuestos que ayudan a reducir la inflamación.

Anti-tumoral

Se han visto potentes efectos inhibidores en varios tipos de cánceres como melanoma, mama, leucemia promielocítica y carcinoma de hígado.

La ausencia de toxicidad hacia las células sanas ha colocado al cordyceps en el punto de mira como posible fármaco quimioterapéutico.

Inmunoestimulante

El hongo cordyceps se ha utilizado tradicionalmente para mejorar la función del sistema inmunológico.

Se ha demostrado que los polisacáridos presentes en el Cordyceps sinensis tienen propiedades inmunomoduladoras y serían capaces de estimular la actividad de los macrófagos, aumentar la producción de ciertos tipos de células inmunitarias, como los linfocitos T y B, y estimular la producción de anticuerpos.

Antioxidante

Cada vez más pruebas son capaces de relacionar la acumulación de radicales libres con enfermedades degenerativas.

El hongo cordyceps ha demostrado su actividad de captación de radicales libres además de poder reductor y quelante de metales.

Hepatoprotector

Cordyceps sinensis, a través de sus esteroles como el ergosterol, estimula la función hepática (incluida la ayuda a los procesos de desintoxicación), ayuda al sistema inmune en la lucha contra las infecciones hepáticas e inhibe los cambios fibróticos en el hígado.

Además, en un estudio de 2014 en animales se vio como el cordyceps era capaz de disminuir el daño hepático en caso de insuficiencia renal crónica.

Cómo tomar cordyceps

El hongo cordyceps no se consume como el shiitake  o el champiñón por su textura dura. Es decir, no se utiliza como alimento, sino que se consume únicamente con fines medicinales.

Por este motivo, las formas habituales de encontrarlo son en polvo, en cápsulas o como extracto concentrado.

Tradicionalmente en China se consume como infusión o añadido a distintas recetas de carnes como pollo, pato o cerdo en función de la enfermedad a tratar.

Debido a la gran demanda se han desarrollado otras formas de producción. Una de las más populares es la variedad CS-4, obtenida por fermentación.

Además, se están estudiando variedades híbridas.

Contraindicaciones del cordyceps

El hongo cordyceps no es tóxico, por lo que su consumo en condiciones normales se considera seguro, aunque algunas personas pueden llegar a sentir leves molestias digestivas como dolor de estómago, náuseas o diarrea.

Debido a la falta de estudios que respalden su seguridad, no es recomendable que lo consuman mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y niños.

Por otro lado, el cordyceps podría interferir con determinados fármacos, por lo que en caso de estar medicándose es preciso consultar con el médico.

Estas interacciones pueden ocurrir con los medicamentos para la diabetes, anticoagulantes e inmunosupresores, entre otros.

Aunque reconocido por la FDA de Estados Unidos como un suplemento dietético, lo cierto es que el hongo cordyceps todavía es un misterio. Su reciente incorporación al mercado occidental lo ha protegido del escrutinio científico, por lo que muchos de sus efectos secundarios y/o su posible toxicidad son aún desconocidos.

Sin embargo, no hay dudas de la importancia biomédica del hongo Cordyceps.

Futuro del cordyceps

Pese a la elevada demanda actual, la producción natural de hongo cordyceps está disminuyendo por diversas razones: sobre-explotación, disminución de poblaciones de hospedadores, aumento del pastoreo e incluso el cambio climático, entre otras.

La recolección de Cordyceps sinensis representa alrededor del 40% de los ingresos de las poblaciones rurales del Tíbet. Sus beneficios medicinales lo han convertido en una actividad muy lucrativa.

El valor de estos hongos cordyceps se disparó tras la epidemia de SARS sufrida por China en 2003. En una década, el precio de Cordyceps sinensis aumentó un 900%.

Este aumento de demanda y precio ha conducido a una sobreexplotación de la especie, lo que ha generado preocupaciones sobre su conservación y sostenibilidad. Se encuentra en la lista CITES de especies amenazadas desde 1997.

Además, en algunas zonas de recolección natural se ha visto una elevada contaminación con arsénico y otros metales pesados.

Por todo esto se está investigando la producción mediante fermentación y hasta el crecimiento sobre sustrato.

Otros cordyceps

Al mismo género Cordyceps pertenecen otras especies que habitan distintas zonas del planeta.

Cordyceps militaris

Esta especie de cordyceps crece de manera natural en los bosques de pinos europeos. Parasita distintas especies de lepidópteros, especialmente procesionaria del pino.

Las orugas son infectadas cuando descienden de los árboles para enterrarse en el suelo en su fase de crisálida.

A partir de ese punto, el hongo comienza a alimentarse del cuerpo de la crisálida de manera similar al Cordyceps sinensis, emergiendo en los meses de verano a la superficie como cuerpo fructífero.

Se está investigando el uso de este hongo cordyceps para el control de las plagas de procesionaria.

Cordyceps unilateralis

Este hongo cordyceps, conocido como hormiga-zombie, es típico de bosques tropicales.

Su nombre deriva del hecho de que parasita hormigas y altera su comportamiento natural.

Una vez infectada, la hormiga abandona la zona de trabajo de su hormiguero para buscar una hoja cercana al suelo y morder la vena principal, bloqueando las mandíbulas para quedar allí fijada hasta su muerte. El hongo va creciendo en su interior hasta que emergen los cuerpos fructíferos a través de la cabeza de la hormiga.

Los hongos medicinales están ganando cada día más popularidad, se pueden encontrar en múltiples presentaciones y muchas personas ya los han incorporado en catálogo de suplementos.

El hongo Cordyceps puede ser un excelente aliado de deportistas, personas que buscan mejorar su rendimiento o aquellos que desean combatir períodos de fatiga y cansancio.

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