En el blog nos encanta hablar de plantas medicinales, naturales, que puedan ayudarnos a vivir mejor… y más tiempo, incluso. Es tanto lo que nos gusta, que de vez en cuando compartimos con vosotros nuestros conocimientos sobre ellas.
No cabe duda de que nuestra sociedad ha experimentado muchos avances en todos los aspectos. Concretamente a nivel médico es increíble lo que hemos y estamos logrando. Diagnosticamos y curamos cosas que hace años eran inimaginables. Pero no por ello debemos olvidar que de forma altruista, la naturaleza lleva miles de años ofreciéndonos soluciones para muchas dolencias. Soluciones, alivios o preventivos. Y mientras puedan aplicarse, siempre será interesante conocerlos y poder, al menos, elegir.
En la mayoría de los casos al tratarse de plantas y extractos de plantas naturales no suelen tener efectos adversos (serios) cuando se toman con precaución y en su justa medida, lo que es otro aliciente para no darle la espalda a estas terapias.
Contenido
Qué es la fitoterapia
La definición oficial de la RAE de fitoterapia es el «tratamiento de las enfermedades mediante plantas o sustancias vegetales«.
Este término, que viene del griego, phytós (‘planta’ o ‘vegetal’) y therapeia (‘terapia’), fue empleado por primera vez a principios del siglo XX por el médico francés Henri Leclerc. Esto no quiere decir que hasta ese año no se emplearan las plantas con fines medicinales. Simplemente hasta ese momento no había una palabra que definiera estos tratamientos que venían haciéndose desde los inicios de la humanidad.
Durante mucho tiempo, el uso de plantas para curar o tratar a enfermos era el único recurso de curanderos, sanadores, chamanes…
Así, hay constancia de una recopilación de plantas medicinales que se remonta como mínimo al año 1500 a.C. Es el papiro de Ebers, redactado en el antiguo Egipto y recopila cientos de plantas medicinales.
Por otro lado, Carlo Magno publicó un listado con 70 plantas que debían cultivarse y emplearse en sus palacios. La fitoterapia lleva milenios con nosotros.
Un gran número de medicamentos están hechos a base de diferentes hierbas o plantas medicinales (fitomedicinas) que combinados pueden lograr muy interesantes objetivos.
En unas ocasiones se toman como complementos de la «medicina química», junto con ella. Y en otras ocasiones pueden llegar a sustituir esa medicina.
Empleo fitoterapia
La fitoterapia se ha usado y se usa en todo tipo de patologías.
Algunas de las patologías que pueden tratarse con la fitoterapia son los catarros y demás enfermedades de vías respiratorias, hemorroides, diabetes, gastritis, cistitis, dolores de cabeza, psoriasis…
Pero como ya hemos comentado anteriormente, la fitoterapia no solo se emplea para curar. También como preventivo. En este sentido es muy común, por ejemplo, su empleo para fortalecer el sistema inmunitario, principalmente en determinadas épocas del año, como el otoño o principios de invierno.
Antes de leernos aquí puede que no supieras lo que es la fitoterapia… y ahora te estarás dando cuenta de que hace tiempo que la practicas. ¿Qué locura, verdad?
Es probable que te tomes una infusión de manzanilla, o un poleo o cualquier otra infusión tras las comidas, para ayudar a la digestión. O tal vez hayas acudido alguna vez a las ampollas de ginseng para darte ese «plus» de energía que precisabas en una época determinada.
Si eres seguidor nuestro, puede que hayas empezado a incluir la cúrcuma en tus platos. Todo esto que te acabamos de contar, es fitoterapia.
Fitoterapia desde la tradición
Ya hemos comentado que la fitoterapia lleva con nosotros desde los inicios del hombre. Pero no era una «terapia» consensuada y conocida por igual en todo el planeta.
Cada región tenía su propia historia, tradición y formulación a base de hierbas. Las hierbas que pertenecían a un pueblo no podían encontrarse en otro.
En la actualidad yo no tenemos esas barreras. Hoy en día encontramos prácticamente cualquier planta a la vuelta de la esquina o en un clic, bien porque su cultivo se ha extendido hasta nuestro país, o bien porque se comercializa por todo el mundo.
Algunas de las mayores tradiciones que vienen utilizando fitoterapia son:
- La medicina tradicional indígena. Es un compendio de las distintas tradiciones médicas de los pueblos indígenas del continente americano. Entre sus plantas medicinales podemos encontrar por ejemplo, la maca, un tubérculo muy apreciado desde los Andes.
- La medicina Ayurveda. Esta es la tradicional de la India. Se caracteriza por centrarse en el paciente, no en la enfermedad. Algunos ejemplos de plantas medicinales ayurvédicas son la cúrcuma, la moringa, la bacopa monnieri o la Ashwagandha.
- Medicina tradicional china. Esta es la medicina que viene empleándose en China desde hace más de 4000 años, aunque no haya llegado a occidente hasta los años 30 del siglo XX. Algunos ejemplos de sus plantas medicinales son el ginseng, el jengibre o el astrágalo.
Muchas de las plantas medicinales que se vienen usando son catalogadas igualmente de adaptógenas, por la capacidad que tienen para ayudarnos a adaptarnos a determinadas situaciones que nos generan estrés.
Fitomedicina
La fitomedicina es tan antigua como la humanidad. Podríamos definirla como la ciencia de las medicinas a partir de las plantas, utilizándolas como medicación.
«Olvidada» durante una época más en pro de la medicina química o actual, el contexto actual en el que vivimos (virus nuevos, superbacterias y cepas super resistentes) ha vuelto a colocar a la fitomedicina, y con ella la fitoterapia, en un lugar destacado, logrando despertar nuevas esperanzas, siendo cada vez más empleada no solo por médicos tradicionales, sino también por particulares que buscan en la naturaleza alternativas ante la falta de resolución de sus problemas, o en otros casos, alternativas más económicas.
A pesar de venir empleándose la fitoterapia y la fitomedicina desde los principios de los tiempos, lo cierto es que hay muy pocos estudios científicos realizados sobre ellas que avalen científicamente sus resultados y seguridad.
Presentaciones
Estas plantas medicinales podemos encontrarlas frescas o secas. Dependiendo de su estado, podremos encontrarla en diversas formas.
- Frescas. Normalmente las hierbas frescas se emplean para tisanas, tés, tinturas o cataplasmas.
- Secas. Son más prácticas, fáciles de encontrar, de conservar y son más versátiles. Suelen encontrarse en forma de polvo suelto, bálsamos o ungüentos o cápsulas, de forma que pueden tomarse solas, o mezcladas en alimentos o bebidas.
Puede emplearse la planta en bruto, incluidas sus hojas, sus flores, los frutos, las semillas y los tallos, o únicamente alguna de sus partes.
Podemos encontrar productos terminados elaborados únicamente con una planta o como mezcla de varias plantas complementarias entre sí.
Debemos tener en cuenta que sus principios activos pueden variar dependiendo de una serie de factores como son :
- Cultivo: Difiere mucho cuando son plantas silvestres o cultivadas, así como su lugar de cultivo, que puede ser su hábitat natural o uno nuevo al que se estén aclimatando.
- Recolección. Otro aspecto que influye de manera determinante en las propiedades de las plantas es su momento de recolección, variando mucho entre las diferentes estaciones del año, entre el día y la noche o incluso entre las diferentes horas de un mismo día.
- Secado. Otro aspecto fundamental que influye en el resultado final. Es muy importante que el proceso de secado (en el caso de no consumir la planta fresca) siga los ritmos y temperaturas precisos.
A la hora de adquirir plantas medicinales, deberemos tener en cuenta su calidad y potencia, así como cómo se ha preparado. Conocer estos aspectos son imprescindible no solo para saber qué vamos a tomarnos, si no también qué cantidad necesitaremos, puesto que son parámetros directamente relacionados con el consumo.
Riesgos de la fitoterapia
Uno de los mayores riesgos que nos encontramos con la fitoterapia, es la automedicación. Cada vez son más las personas que, por diferentes motivos (salud, económicos, localización…) optan por probar la fitoterapia sin conocimiento alguno, más allá de la información que puedan encontrar en internet, o de los consejos que puedan recibir de un amigo o familiar. Este descontrol sobre plantas, cantidades y duración es peligroso y puede tener serias consecuencias.
Las plantas tienen principios activos que pueden interactuar con medicamentos o incluso con otras plantas, por lo que es muy importante que su uso sea pautado por un especialista. En este sentido, la interacción más común es la reducción del efecto buscado en el medicamento, aunque también hay casos en los que el consumo de plantas medicinales junto con fármacos de características sedantes han interactuado incrementando su acción.
Además de estas precauciones debemos saber que, aún siendo plantas naturales, pueden ocasionar efectos adversos en algunas ocasiones.
En un principio, siguiendo de forma correcta las pautas marcadas por el especialista no deberían producir efecto adverso alguno. Pero en ocasiones pueden provocar náuseas, dolores de estómago, diarrea o estreñimiento. Conviene informarse bien antes de su consumo, puesto que cada planta puede ocasionar unos u otros síntomas.
Como sabéis, somo amigos de las plantas y nos encanta tener nuestras «hierbitas» en la despensa, para poder acompañar en cualquier momento a un plato, o hacernos una infusión por la noche.
No dudéis en subiros al carro de la fitoterapia, eso si, con asesoramiento. Veréis qué bien os hacéis de una forma sencilla.
¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Practicas la fitoterapia?
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