Todos, cada año, celebramos de alguna manera haber alcanzado cierta edad y colocamos un número determinado de velas en el pastel. Pero el número de velas es solo nuestra edad cronológica. ¿Existe alguna diferencia entre la edad cronológica y la biológica, la edad real que tienen nuestras células y tejidos?
Es bastante común considerar la cantidad de años que hemos vivido desde el momento de nuestro nacimiento cuando pensamos en la edad que tenemos. Las personas estamos acostumbradas a medir el tiempo usando el sistema de años, horas, minutos y segundos basándonos en cuanto tarda el día en hacerse noche y el planeta en dar la vuelta alrededor del sol.
Lo normal es asociar el envejecimiento del cuerpo con la cantidad de años que se han vivido. Sin embargo, esto no siempre se cumple y el cuerpo humano puede envejecer más rápido de lo que debería en relación con la edad.
Y en otras ocasiones puede ocurrir lo contrario, que una persona aparente menos edad de la que aparece en sus documentos.
Existen dos tipos de edades: la edad cronológica y la edad biológica y aunque en muchos casos ambas edades coinciden, al igual que con todo lo referente al cuerpo humano, otras muchas veces existe una gran discrepancia entre ambas edades.
En este artículo, te explicaremos qué es la edad biológica, la edad cronológica, cuáles son sus diferencias y cómo mejorar nuestra edad biológica.
Contenido
¿Qué es la edad cronológica?
La edad cronológica es el sistema que se usa para medir en años cuánto tiempo ha vivido una persona.
El conteo se inicia en el momento del nacimiento del individuo y está ligado únicamente a la percepción de tiempo que tenemos como humanos.
Este sistema nos permite tener una referencia sobre los cambios que podría experimentar el cuerpo humano y sirve de guía para evaluar factores de riesgo a distintas enfermedades. Por ejemplo, es más probable que una persona con más de 40 años de edad padezca de enfermedades cardíacas y circulatorias que una de 20.
Desde el mismo momento de nuestro nacimiento comenzamos a envejecer y nuestro organismo comienza a perder eficiencia y comportarse de una manera menos óptima.
Sin embargo, esta forma de medir la edad, teniendo en cuenta solo la dimensión tiempo y que resulta en la edad cronológica, es solo una referencia, ya que el cuerpo de cada individuo, e incluso ciertos tejidos u órganos, puede envejecer a un ritmo distinto, dando como resultado una edad biológica, o funcional, distinta.
¿Qué es la edad biológica?
La edad biológica se refiere al estado de salud de nuestra organismo y refleja nuestro estado a nivel celular respecto de nuestra edad cronológica.
A pesar de que dos personas nazcan al mismo tiempo, sus cuerpos no son iguales y se desarrollan y envejecen a ritmos distintos.
Incluso en un mismo individuo, los distintos órganos o tejidos pueden envejecer a ritmos distintos.
A medida que la esperanza de vida ha ido aumentando gracias al avance de la medicina y la calidad de vida de las personas, se ha hecho más importante conocer la edad biológica, la edad funcional de cada célula de un organismo. Esto nos permitirá prevenir las enfermedades asociadas al envejecimiento, como el Alzheimer o la diabetes.
Además, al existir cada vez mayor discrepancia entre la edad cronológica y la edad biológica, resulta más difícil predecir la tasa de dependencia que los mayores de 65 años supondrán para las sociedades.
Esta diferencia en el proceso de envejecimiento depende de factores intrínsecos (genes) así como de numerosos factores externos.
Factores de determinan nuestra edad biológica
● Factores genéticos: Está ligado a los cromosomas y los telómeros del ADN, entre otros.
● Factores nutricionales: La dieta cumple un rol fundamental en el desarrollo y funcionamiento del organismo. Una dieta con un alto consumo de azúcares puede causar un desbalance metabólico que resulte en una aceleración de la velocidad en la que avanza la edad biológica, por ejemplo.
● Estilo de vida: La manera en que las personas viven el día a día también repercute directamente en la edad biológica. Condiciones como el estrés crónico y la ansiedad, en combinación con el sedentarismo o la falta de sueño, influyen en la velocidad en que envejece el organismo. Otras condiciones como el tabaquismo, el consumo de drogas, la exposición a pantallas o incluso la falta de luz solar potencian este efecto.
● Enfermedades y distintas condiciones de salud: Algunas enfermedades crónicas son capaces de acelerar el ritmo del envejecimiento celular. Hay estudios que han reportado que condiciones como el cáncer pueden envejecer prematuramente a las células de las zonas aledañas a la lesión tumoral.
La edad biológica y la edad cronológica están relacionadas, pero no necesariamente avanzan al mismo ritmo.
¿Cómo se calcula la edad biológica?
A diferencia de la edad cronológica, la cual puede ser medida simplemente contando los días del calendario, la edad biológica requiere de estudios y análisis profundos capaces de determinar el estado de salud del organismo.
Dada la complejidad del proceso del envejecimiento, no existe actualmente un solo indicador capaz de determinar nuestra edad biológica.
Existen varios biomarcadores capaces de estimar la edad biológica de una persona:
- Biomarcadores genéticos
Los factores genéticos juegan un papel importante en el proceso de envejecimiento, y se calcula que entre 20-50% de los cambios biológicos dericados de la edad se deben a factores genéticos.
Entre los indicadores genéticos más usados para calcular la edad biológica está el estudio de los telómeros en el ADN.
Los telómeros son la estructura que se encuentra en los extremos de todos los cromosomas, formadas por secuencias repetitivas de ADN no codificante y con una función protectora.
Cada vez que las células se dividen y replican, los telómeros se ven afectados, reduciendo su longitud paulatinamente y dando origen con ello al proceso de la senescencia. Una vez que el telómero se acorta en exceso, ocurre un daño al material genético de la célula y esta se vuelve incapaz de seguir dividiéndose.
Otro biomarcador utilizado para calcular la edad biológica es la metilación del ADN. A pesar de que nuestros genes, nuestro ADN, es el mismo a lo largo de la vida, su funcionamiento va cambiando con la edad.
Según vamos envejeciendo, el grado de metilación del ADN va aumentando, interfiriendo con la funcionalidad de la células.
- Biomarcadores bioquímicos
Existen marcadores del estrés oxidativo de las células que según la teoría de los radicales libres es el responsable del envejecimiento celular.
Otro biomarcador bioquímico es la glicación de las proteínas.
- Biomarcadores hormonales
Varias hormonas participan en el envejecimiento, especialmente los estrógenos, la testosterona y la hormona del crecimiento (GH).
- Biomarcadores inmunológicos/inflamación
La teoría inmunológica del envejecimiento se basa en el deterioro del sistema inmune con la edad.
Las células NK o las citocinas relacionadas con los procesos de inflamación crónica se utilizan como marcadores del grado de envejecimiento.
Más allá de los marcadores bioquímicos, que precisan de complicados análisis, podemos hacer una estimación de la edad biológica de una persona en base a su alimentación, su estilo de vida y otros factores medioambientales. Obviamente, cuantos más factores introduzcamos en la ecuación, más exacto será el resultado.
Cómo mejorar nuestra edad biológica
Si bien es cierto que es imposible detener el flujo del tiempo y el avance de la edad cronológica, mantener un estilo de vida saludable y pleno puede ayudarte a disminuir la velocidad de avance de la edad biológica. Aunque los factores genéticos tienen un gran peso, es posible tener una edad biológica menor a la edad cronológica cuidando tu salud.
Un estilo de vida saludable puede ayudar a mantener los procesos celulares funcionando correctamente, disminuyendo de esta manera la degeneración celular y manteniendo el proceso del envejecimiento a menor velocidad.
Algunas recomendaciones para frenar la degeneración celular y mantener una adecuada edad biológica en relación con la edad cronológica incluyen:
1. Realizar ejercicio físico
El ejercicio periódico promueve la regeneración de los tejidos y ayuda a que el cuerpo se mantenga joven y sano y es una de las mejores herramientas disponibles hoy día para para fomentar la salud y retrasar y prevenir las consecuencias del envejecimiento.
Se ha visto que el entrenamiento de fuerza está especialmente indicado a la hora de mejorar nuestra edad biológica.
2. Mantener un peso corporal ideal y consumir alimentos con bajo índice glucémico
Una dieta equilibrada ayuda a controlar el peso y evitar problemas de obesidad y sobrepeso, que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardíacas u otras condiciones como la diabetes.
Los alimentos con bajo índice glucémico son especialmente beneficiosos para el organismo, ya que previenen los desequilibrios hormonales, la resistencia a la insulina y la inflamación crónica. Otras medidas serían un consumo óptimo de omega 3, proteínas de calidad y evitar los ultraprocesados, entre otras.
3. Control del estrés y ansiedad
Las condiciones psicológicas como el estrés y la ansiedad tienen un fuerte impacto negativo en el cuerpo humano, afectando directamente los procesos metabólicos.
Las sobrecargas emocionales pueden aumentar significativamente la velocidad en la que progresa la edad biológica e incluso ser un factor determinante en el desarrollo prematuro de enfermedades asociadas a la edad biológica.
4. Dormir las horas adecuadas
El ser humano necesita dormir entre 7 y 9 horas. Se ha visto que descansos nocturnos inferiores debilitan el organismo.
Cuando dormimos, nuestro cuerpo se repara y se limpia, pero si acortamos nuestro descanso, estos procesos regeneradores se limitan, afectando a todas nuestras funciones biológicas y aumentando nuestra edad biológica.
La edad biológica y la edad cronológica son dos maneras de determinar el tiempo que ha vivido una persona y ayudan a predecir el desarrollo de distintas enfermedades.
A pesar de que la edad cronológica es la manera más sencilla para hablar de la edad de un individuo, la edad biológica es más exacta a la hora de determinar el estado del envejecimiento corporal.
Si bien es cierto que ambos tipos de edades avanzan sin cesar, la edad biológica puede avanzar a un ritmo distinto que la edad cronológica, dando como resultado personas mayores cuyos cuerpos aún se mantienen jóvenes y fuertes o personas jóvenes que aparentan ser mayores o con condiciones y lesiones que podrían ser consideraras como ligeramente prematuras.
La edad biológica está fuertemente ligada a factores ambientales y mantener un estilo de vida saludable, con ejercicio y dieta equilibrada es capaz de disminuir su velocidad, ayudando así a tener una vida más longeva y con salud durante más tiempo.
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