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Contaminación acústica, salud y nuestro silencio

Estamos convencidos de que en el futuro la humanidad mirará con horror a esos años del final del siglo XX y principios del XXI en los que era normal despertarse un sábado por la mañana por el ruido incesante del soplador de hojas, o en los que se aceptaba que un operario demoliendo una acera con un martillo neumático era algo inherente a la condición de ciudadano urbano.

Sí, estamos convencidos de que miraremos a estos años quizá con el mismo horror con el que ahora miramos al pasado y nos parecen increíbles tantas cosas que sufríamos.

Consecuencias del ruido en la salud

El ruido del tráfico, la música muy alta o el uso de auriculares durante horas son algunos ejemplos. Algunos de nosotros somos mucho más sensibles al ruido que otros, que quizá crecieron en un entorno más bullicioso y se acostumbraron a él, o simplemente hay una componente genética o física. Sea como sea, estés en el grupo que estés, sin duda la contaminación acústica con la que tenemos que convivir supone una merma para nuestra salud mental y física.

En su libro En Búsqueda del Silencio, George Prochnik ahonda en la búsqueda de las consecuencias reales de vivir en este universo de ruido en el que pasamos gran parte de nuestro día, y una consecuencia palpable y medible es que un tercio de la población en espacios urbanos sufre de pérdida auditiva.

Pero eso, grave como es, no es lo peor. Un estudio llevado a cabo conjuntamente entre la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea concluye que el ruido, y el estrés y los desórdenes de sueño que produce, son responsables de entre el 2% y el 3% de las muertes por ataques al corazón en la Unión Europea.

Diferentes estudios relacionan el ruido ambiental con la hipertensión, y otros el ruido del tráfico aéreo con la presión arterial, tanto en adultos como en niños (incluso durante el sueño) y con el aumento de las hormonas del estrés.

La contaminación acústica y el ruido ambiental excesivo también erosiona nuestra capacidad cognitiva y nuestra salud mental. Solo el ruido del tráfico rodado y aéreo, uno de los más estudiados, aumenta las visitas médicas por síntomas psicológicos y la toma de medicación.

Existen estudios controlados en los que los individuos que llevaban a cabo tareas complejas obtenían peores resultados cuando las ejecutaban en ambientes ruidosos.

Los niños se llevan la peor parte: aquellos que viven en hogares ruidosos y más caóticos muestran una menor capacidad de comprensión en la lectura, menos capacidad de retención y niveles más altos de ansiedad.

La contaminación acústica con la que tenemos que convivir supone una merma para nuestra salud mental y física.

Beneficios del silencio para la salud

A pesar de la huella negativa que la exposición constante a la contaminación acústica deja en nuestra salud, es probable que la mayoría de nosotros no quiera, no pueda, o ni quiera ni pueda cambiar radicalmente de vida y mudarse a un entorno con menos ruido ambiental.

Lo que sí podemos hacer, es buscar más momentos de silencio: en nuestra casa, paseando en la naturaleza, escogiendo restaurantes (y supermercados) y espacios lúdicos sin música ambiental ni sistemas de megafonía. A parte de los beneficios para salud que supone minimizar nuestra exposición a ambientes con mucha contaminación acústica, veamos otros beneficios importantes que el silencio aporta a nuestra salud física y mental.

Te hace más calmado y aumenta tu intuición

Este es uno de los beneficios más evidentes de pasar tiempo en silencio, las personas que tienden a hacerlo suelen ser más calmadas y menos susceptibles de dejarse arrastrar por sentimientos o emociones negativas.

El silencio hace que te conozcas mejor y que tomes mejores decisiones

Lao Tzu dijo que conocer y entender a otros es inteligencia, pero que conocerse a uno mismo es sabiduría. A veces nos empeñamos en ser cosas que no somos, o nos empeñamos en querer hacer cosas para las cuales no tenemos una habilidad natural, y está bien tener esa capacidad de superación, pero muchas veces no hacemos una valoración real de cuales son nuestras fuerzas y nuestras debilidades. Pasar tiempo en silencio sin duda facilita esto, y conocerse bien lleva a tomar mejores decisiones en nuestras vidas.

El silencio aumenta la creatividad

La historia está llena de ejemplos, Newton, Einstein, Picasso… es muy difícil encontrar el flow para que aparezcan las ideas y la musa con un soplador de hojas debajo de la ventana.

Mejora tu paciencia

Si estás más calmado y te conoces mejor, es poco probable que pierdas los nervios un día de mucho tráfico en el que llegas tarde al aeropuerto, o porque el correo electrónico que estás esperando no acaba de llegar.

Te hace más efectivo

Pasar tiempo en silencio te hace más efectivo porque te da la pausa y clarividencia para tomar las decisiones adecuadas. En el mundo de multitud de opciones en el que vivimos, es especialmente importante tomar la decisión más conveniente, y para eso es fundamental ser capaz de tomar distancia con lo que está sucediendo, no dejarse arrastrar por la vorágine del día a día y tener la tranquilidad mental y la ecuanimidad para discernir lo importante de lo que no lo es tanto.

Mejora la fuerza de voluntad y tu estabilidad emocional

La fuerza de voluntad no es infinita, de cierta manera se va «gastando» a lo largo del día. Estar en silencio nutre la estabilidad emocional que necesitamos para no precipitarnos y caer en la gratificación inmediata, y crea la distancia necesaria con las diferentes opciones sobre las cuales tenemos que decidir.

Es más fácil tomar las decisiones adecuadas cuando estamos en silencio.

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Todos los contenidos ofrecidos por Ecommerce SDR, tales como artículos, podcasts y videos, tienen naturaleza meramente informativa y en ningún caso constituyen servicio médico o sanitario de ningún tipo ni sustituyen la consulta con un médico especialista, por lo que no deben ser aplicados sin la aprobación previa y supervisión de un médico o profesional de la salud especializado.

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35 comentarios en “Contaminación acústica, salud y nuestro silencio”

  1. Rosmira Candanoza Rodriguez

    El silencio por así decirlo es un artículo de lujo que en muchas ocasiones no es fácil alcanzar. El artículo nos hace reflexionar sobre su importancia. Gracias

  2. Sobre todo quise leer el artículo pensando que informarían sobre el avance en la tecnología para medir el ruido, cuánto es el nivel aceptable para el oído humano y por ejemplo cuánto llega a medir el claxon de un carro que transporta carga, no todas las ciudades tienen vía especial para ellos y te los puedes encontrar al cruzar una avenida.

  3. Excelente informacion; en una ciudad donde el calor es predominante, el aire acondicionado es necesario, y el ruido es ensordecedor, los tapones no
    funcionan, porque en cualquier movimiento se desprenden, que hacer ante lo inevitable

  4. Muy buen artículo e interesante. Desde siempre me ha gustado el silencio y lo he buscado. Pero ahora, con esta información, aún más.
    Muchas gracias por compartir vuestros conocimientos, sois geniales, no cambiéis, por favor.

  5. Marguerita de Polonia

    Yo creo que hay las situaciones obvios como referis: con soplador o cuando alguien habla en voz muy alta por teléfono en un patio de edificio o en un medio del transporte.
    Vuestro articulo sin embargo toca el problema de manera mas profunda, es que nosotros mismos nos colocamos en las situaciones de contaminación acústica, cuando escuchamos demasiado la radio o la televisión. Yo vivo cerca del centro de Varsovia, pero en un lugar silencioso , rodeado por los parques. Hoy por la mañana he escuchado la radio solo durante mi desayuno por un poco tiempo y después he estado en silencio. Se ocurrió maravilloso. Asi es la conclusión que siempre podemos hacer algo para mejorar nuestro estilo de vida. Muchas gracias.

    Marguerita de Polonia

    1. Equipo Editorial

      Efectivamente esa es la idea. Con la información que disponemos somos nosotros los que tenemos que cuidarnos con las decisiones de cada día (música, auriculares, teléfono, televisión, etc). Un abrazo.

  6. Una anécdota referente al exceso de decibelios en una ciudad grande, Madrid. Estuve viviendo allí durante 17 meses, en una calle bastante céntrica, pero secundaria, con poco tráfico. Nos trasladaron a Alemania y las dos primeras semanas allí nos alojamos en un hotel precioso: un palacio convertido en hotel en medio de un parque muy extenso que habían sido los jardines del palacio. Bueno, pues estuve una semana entera sin poder dormir. No lo podía entender hasta que caí en la cuenta: la ausencia de ruido era mi problema. Y al amanecer, cuando rendida empezaba a quedarme dormida, los centenares (¿o miles?) de pajarillos empezaban a darme los buenos días.
    Y ahora es al revés…. cuando voy a España tengo dificultades para conciliar el sueño los primeros días porque todo rebosa vida hasta las tantas de la noche, al menos con el buen tiempo.
    Desde luego, el poder tener una forma de aislarse del ruido a diario es imprescindible.

    1. Equipo Editorial

      Hola Julia. Gracias por contar tu historia, no cabe duda de que el silencio (o su ausencia) tiene un efecto distinto en cada uno de nosotros y lo importante que es conocerse a uno mismo. Un abrazo.

  7. Me surge una duda respecto al silencio.
    Si estamos en una playa y hay oleaje que produce mucho ruido, ¿repercute en nosotros de la misma forma que el ruido continuo de los coches que circulan por delante de tu casa, o el ruido de los aviones, etc…?
    ¿Y cómo nos afecta el despertar por la mañana causado por el ruido que provocan cientos de pájaros sobrevolando tu casa?
    Gracias

  8. Muy bueno! En estos tiempos se valora mucho el silencio, lo disfruto y busco en casa apagar todo, y escuchar o ver un video tranquilo, que por cierto sus voces son tan relajantes, para no escuchar el entorno.
    Gracias!

  9. SILVIA GALICIA

    MUCHISIMAS GRACIAS POR TANTO CONOCIMIENTO Y AYUDA QUE APORTAN. DIOS LES BENDIGA. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, TOD LO QUE PUBLICAN ES ORO.

  10. Me ha dicho encantado el artículo. Estoy totalmente de acuerdo y este verano trataré de estar consciente de ello y buscaré momentos para estar conmigo misma totalmente en silencio y disfrutar de estos momentos especiales.
    Muchas gracias 😘😘

  11. Luz del Carmen Muslera Fernández

    Me encanta el artículo, y todos los que he leído. Yo no soporto el ruido, vivo en una calle donde ahora pasan buses que hacen tanto ruido que hasta tiemblan mis puertas y ventanas. Y cuando puedo, salgo a mi patio a oir un ave llamada Primavera que visita un arbol de mango , en la calle de atrás. Ese silencio con cánticos, me da concentración para seguir el día! Muy cierto, hay que buscar el silencio y sus sonidos.
    Gracias equipo , los descubrí en la pandemia, y no me los pierdo! Son geniales. Un abrazo desde Veracruz, México.

  12. Ramon Lopez R.

    Muy cierto, el articulo, en micaso desde muy joven trabaje en empresas donde habia mucho ruiro y contaminacion ambiental con una planta armadora de motores ,en una industria textil tambien en una ciudad , dando servicio a maquinas copiadoras en el domicilio de los clientes desplazandome con un automovil y ahora tengo un sumbido en un oido que no he podido elimir con medicamentos ni con remedio alguno

  13. España es un país maravilloso pero demasiado ruidoso. Estos días me encuentro en Austria de vacaciones y aunque las ciudades están llenas de turistas la gente no grita tanto ni levanta tanto la voz y es más silencioso. Se respira paz y tranquilidad. Incluso los aeropuertos son más silenciosos. Estoy muy de acuerdo con la alegría española etc pero tenemos que aprender a expresarnos desde el respeto a los demás y bajando un poco el tono de voz. Hay que rebajar los decibelios…. Y lo de las sopladoras ya es too much… no comments…

  14. Rosario Manríquez

    Este artículo me sorprendió pues ignoraba lo útil que es el silencio; lo aplicaré con más seguridad.

  15. Patricia Retamal

    Que tal,
    Entiendo perfecto lo que comenta, es algo que vivo, en ocaciones justamente los sábados temprano, sino, los lunes desde las 9:00, atroz.
    Quisiera que en un futuro temprano, entendiéramos las consecuencias de estos ruidos (como el soplador de hojas, el fútbol en la televisión a todo volumen, mi vecino del edificio de enfrente no entiende lo molesto que es, dejar al perrito que ladre por horas, los bocinazos! Las conversaciones hasta altas horas de la madrugada a todo volumen)
    Excelente,
    deberíamos hacer una protesta mundial , para aminorar los ruidos.
    Por lo demás, el soplador evita hacer ejercicio sano, seríamos menos obesos, jijiji.
    Saludos cordiales
    Patricia

  16. Buenísimo.
    Yo tristemente vivo en un barrio donde la contaminación acústica es una constante 24h y solo intento alejarme de él, camino durante 4 o 5 horas, salgo a entornos naturales donde puedo respirar y pensar. Relajar la mente y el cuerpo, intento estar lo menos posible allí hasta el día que pueda irme.
    Vivir en un entorno así es lo peor que hay así que en la medida de lo posible hago ejercicio lejos y también me relajo igual.

  17. Adriana Perez

    Buenas tardes.
    Muy interesante y real el artículo. Particularmente disfruto mucho el silencio. Soy afortunada y agradecida de vivir en un lugar,donde se respeta la siesta,el domingo y la tranquilidad.
    Desde ya GRACIAS

  18. Lo que peor llevo de la maternidad, siendo totalmente honesta, es el ruido que los hijos generan. Tengo dos adolescentes en casa y, aunque no son de poner música fuerte, suele haber un ruido de fondo que me saca del silencio que particularmente me gusta tanto y necesito. Creo que a otras personas ese ruido de fondo hasta puede gustarles, es el sonido del hogar en muchos sentidos, pero a mí me parece un zumbido que me gustaría apagar. Y de esto no he sido consciente hasta vivirlo en los últimos años. Cuando vivía con mis padres, e incluso en mi época de estudiante universitaria, que viví en una residencia de estudiantes, este asunto no me llamó la atención en absoluto. Ha sido ahora, en mi etapa adulta, en mi propia casa, cuando la necesidad de silencio me resulta imperiosa. Así que intento buscar mis momentos en soledad, no me queda otra.
    Gracias por el artículo, es un tema muy importante para nuestro bienestar.

    1. En estas circunstancias, los momento de soledad son los que te aportan ese plus de silencio que echas de menos. Por ejemplo, cuando los niños eran pequeños, yo recuerdo levantarme más temprano, incluso en festivos, sólo para poder desayunar sin exceso de sonidos/ruidos… Pero pasan los años rápido y cuando tienes más opciones, encuentras «extraño» los silencios. Aunque me gustan mucho

  19. Alexander Díaz Pedrozo

    Definitivamente el silencio es parte de nuestra salud. Por lo tanto, debemos buscar espacios silenciosos que favorezcan nuestro desarrollo mental y físico. Desafortunadamente, no siempre somos consciente de ello. La prevención en salud no incluye aún este rubro en sus manuales. Muchas gracias por este magnífico artículo.

  20. Rosy L De Ruiter

    bueno me hubiese gustado mas explicito en poca detalles,, si lo entendi,, pero falto que debemos hacer cuando uno esta cansado de ruidos y el lugar donde se vive, que antes vivia en un lugar de campo ahi si es relajado,, y ahora que se puede hacer????? para relajarse y soportar esto que es dificil mudarme.

    1. Equipo Editorial

      Hola Rosy. Si necesitas silencio tienes muchas opciones. La más sencilla y que está en tu mano es estar en casa sin televisión, sin radio, sin móvil. Solo tú y tu silencio. Otra opción es salir a la naturaleza. Si vas en el coche, apagar la radio. Levantarte por la mañana y realizar alguna técnica de relajación/meditación/respiración en silencio. Tú debes encontrar tus momentos, dentro de tus posibilidades y de tu entorno. Un abrazo.

  21. Os he descubierto hace relativamente poco tiempo, y he de deciros, q estoy súper enganchada a vuestros vídeos, q veo por YouTube, y a vuestros postcats.
    Muy interesante este artículo sobre la contaminación acústica, vayas donde vayas, en este mundo en el q vivimos, hay ruido. Yo, q vivo en una ciudad, lo sufro continuamente. Pero es q ya, hasta la gente habla fuerte, ya vayas por la calle, te montes en trasporte urbano, vayas a un restaurante….. Antes, si querías silencio, te metías en una iglesia y estabas en paz, pero ya, ni eso se respeta, la gente habla, como si estuvieran es sus casas.
    Ya no me enrollo más. Muchas gracias por vuestro contenido, siempre tan interesante

  22. Muy bueno el artículo, tengo recuerdos de mi niñez sufrir demasiado al ruido de aviones q sobrevolaban muy bajo de donde vivo pero a la única de la familia q afectaba era a mi solía correr despavorida hasta q me calmaba porq el avión pasaba con el tiempo sacaron el aeropuerto de ese sitio pero lo mismo se q soy una pas persona altamente sensible

      1. Rita Maldonado

        Excelente artículo! Para un próximo artículo sería posible que nos expliques sobre el Tinitus y colaterales? Mil gracias .

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